MATERIALISMO HISTORICO. CAPITULO V
LAS MASAS POPULARES
FUERZA DETERMINANTE DEL DESARROLLO SOCIAL.
PAPEL DEL INDIVIDUO EN LA HISTORIA
Anteriormente 1 hemos
hablado de que la sociedad se desenvuelve en base a sus propias leyes, a la
necesidad histórica. Pero las leyes sociales se revelan siempre en la conducta
y en los actos de los hombres, que hacen ellos mismos su historia.
1 Ver capítulo IV (ARP)
¿Qué importancia tienen, pues,
los hombres en el proceso histórico? ¿Cuál es el papel de las masas populares y
de los individuos en la historia?
El materialismo histórico se basa
en que el pueblo es el creador del proceso histórico. Veamos entonces por qué
es precisamente el pueblo el creador de la historia, y qué papel desempeña el
individuo en el desarrollo social.
1. EL PUEBLO, AUTENTICO
CREADOR DEL PROCESO
HISTORICO Y FUERZA DECESIVA DEL DESARROLLO SOCIAL
Para descubrir el papel del
pueblo como creador de la historia es necesario ante todo, qué es pueblo, qué
son las masas populares.
El pueblo no constituye algo
inmutable, fuera de la historia, dado de una vez para siempre. Tampoco es ese
“tropel” ni “populacho” vil e informe, hostil a toda civilización y progreso
como intentan presentarlo los ideólogos de las clases explotadoras.
El pueblo está constituido ante todo, por los trabajadores y en la
sociedad de clases antagónicas, por las masas explotadas.
En la sociedad esclavista lo
formaban principalmente los esclavos; en la feudal, los campesinos y los
artesanos. En la sociedad capitalista inclúyense en el pueblo la clase obrera,
el campesinado, la intelectualidad trabajadora y otras capas que contribuyen al
progreso social.
En la sociedad de clases
antagónicas el pueblo es la masa fundamental de la población, pero no toda la
población. En la sociedad capitalista moderna, por ejemplo, se opone a él la
cúspide reaccionaria imperialista.
En la sociedad socialista se
incluyen en el pueblo toda la población del país: la clase obrera, el
campesinado y la intelectualidad.
El pueblo, creador de la historia
La importancia decisiva de las
masas populares en el proceso histórico dimana del papel determinante del modo
de producción de los bienes materiales en el desarrollo de la sociedad. Como ya
se ha dicho, la producción material sirve de base de la vida social, y la
fuerza productiva principal la constituye los trabajadores, las masas
populares. Por consiguiente, el pueblo, los trabajadores, son la fuerza decisiva del desarrollo social,
el verdadero creador de la historia.
¿En qué se manifiesta, pues,
concretamente el papel del pueblo como creador de la historia?
Las masas trabajadoras hacen la
historia, ante todo, con su trabajo productivo. Con sus manos se crean todos
los valores materiales: las ciudades y los pueblos, las fábricas y los
talleres, los caminos y los puentes, los tornos y las máquinas, los vestidos y
el calzado, los comestibles y los utensilios domésticos, es decir, todo aquello
sin lo cual es inconcebible la existencia de la humanidad.
Las masas populares son la fuerza
motriz fundamental del progreso técnico. Han ido desarrollando y perfeccionando
escrupulosaente y con tesón, día a día, de año en año, de siglo en siglo, a
menudo sin darse cuenta de ello, los instrumentos de trabajo, lo que en última
instancia ha conducido a revoluciones técnicas radicales, al cambio de las
fuerzas productivas. Y el desarrollo de las fuerzas productivas trajo consigo el cambio del modo de
producción en su conjunto. Así, aun bajo la opresión más dura en un régimen de
explotación, el trabajo de los hombres sencillos fue preparando las condiciones
materiales para el progreso de la humanidad, para pasar a un nuevo régimen
social.
Sin embargo, el papel de las
masas populares en la historia no se limita a esto. Son, además, la fuerza principal que resuelve el destino
de las revoluciones sociales y de los movimientos políticos y de liberación
nacional. La lucha de clases y, ante todo, la de los trabajadores contra sus
opresores, cuya forma suprema es la revolución social, sirve de fuerza motriz
para el desarrollo de las sociedades de clases antagónicas. Las sublevaciones
de esclavos socavaron la base de la propiedad esclavista y fueron una
causa importantísima del paso al
feudalismo. Los campesinos y la población urbana pobre fueron una de las
importantes fuerzas motrices de las revoluciones burguesas que obligaron al
feudalismo a ceder su lugar al régimen capitalista, más progresista.
En las sociedades prosocialistas
el pueblo no alcanzaba los frutos de su trabajo y su lucha, pero estos fueron
factores importantísimos que, en última
instancia, condujeron a la liberación de los trabajadores, a la creación del
régimen socialista de vanguardia.
Las masas populares han
contribuido con una enorme aportación al desarrollo de la cultura de la
sociedad. “El pueblo escribió –Gorki- 2 no sólo la fuerza creadora
de todos los valores materiales, es la única e inagotable fuente de los valores
espirituales, el primer filósofo y poeta por el tiempo, belleza y genialidad de
su obra, que ha creado todos los grandes poemas, todas las tragedias del mundo
y las más de ellas: la historia universal”
2 Máximo Gorki, o Maksim Gorki, fue el
pseudónimo utilizado por Alekséi Maksímovich Peshkov, fue un escritor y
político ruso identificado con el movimiento revolucionario soviético. Nació el
28 de marzo de 1868, en Nizhni Nóvgorod Rusia, y falleció el 18 de junio de
1936, en Lenisky District, Moscón Oblast, Unión Soviética. (ARP).
El
trabajo del pueblo y su capacidad creadora sirven de fuente a la ciencia y al
arte. Numerosos sabios, escritores, pintores y otros conspicuos maestros de la
cultura, cuyas obras han enriquecido a la humanidad, son de origen popular:
Lomonósov 3 fue hijo de un pescador del litoral nórdico; Newton,
hijo de un granjero pobre; los Cherepánov 4, padre e hijo, constructores
de la primera locomotora en Rusia, fueron siervos. El pueblo crea asombrosos
poemas y cuentos, canciones y danzas. Los artistas más insignes se han
inspirado siempre en el venero inagotable de la creación popular.
3 Mijaíl
Vasílievich Lomonósov fue un científico, geógrafo, mosaiquista y escritor,
polímata ruso que realizó importantes descubrimientos en ciencia, literatura y
educación, y fundador en 1755 de la primera universidad rusa, que hoy lleva su
nombre. Nació el 19 de noviembre de 1711, en Lomonossowo Rusia, y falleció el
15 de abril de 1756, en San Petersburgo Rusia. (ARP)
4 Cherepanov, Yefim
Alekseyevich (1774–1842), y Miron Yefimovich (1803–1849) padre e
hijo, ambos nacidos en Rusia. El aspecto más interesante de sus trabajos fueron
las máquinas de vapor. (ARP)
Elevación del papel del pueblo en la marcha
marcha del desarrollo histórico
El pueblo hace la historia, pero
no a su antojo, sino de acuerdo con las condiciones objetivas y, ante todo, el
modo históricamente determinado de producción de bienes materiales. Sin
embargo, como la producción se perfecciona constantemente, desarrollándose de
lo inferior a la superior, cambia también el papel del pueblo en el proceso
histórico, con la particularidad de que su
importancia aumenta a medida que avanza el desarrollo progresivo de la
humanidad. El marxismo ha establecido que cuanto más profundas sean las
trasformaciones sociales y más serias las tareas planteadas a la sociedad,
tanto mayores serán las masas de
gente que participen en el proceso histórico, tanto más activas serán las masas populares. “Con ello la solidez de la
obra histórica aumentará…. el volumen de la masa, de quién es la obra –escribió
Marx” 5.
5 Carlos Marx y Federico Engels, Obras, t. II ed. rusa,
pág. 90
En las sociedades esclavista y
feudal los trabajadores estaban desprovistos de los derechos humanos más
elementales, sus fuerzas creadoras eran aplastadas sin piedad. Los esclavistas
y los señores feudales concentraban en sus manos la dirección del Estado, el
ejercicio de la política, la ciencia y el arte, manteniendo a las masas en la
ignorancia y el oscurantismo 6, dejándoles únicamente el brumador
trabajo forzado. La actividad de las masas, y sus luchas contra los
explotadores no podían tener esperanza de éxito. Entonces como dijera Lenin, la
historia sólo podía reptar con operante lentitud.
6 Aunque la esclavitud de los pueblos empezó milenios antes en Egipto y otros
pueblos de oriente, el apogeo de la
misma se desarrolló con mayor virulencia en Grecia y Roma, desde el año 2000 a.d.n.e hasta la
desintegración del régimen feudal, entre los XIV y XV d.n.e. Todavía hoy en día quedan
residuos y reminiscencias de aquellos tenebrosos milenios años, donde las
clases dirigentes desean que las masas estén sumidas en el máximo de
oscurantismo e ignorancia. Esto conlleva consigo que las clases dominantes
exijan a la mayoría de los ciudadanos el máximo de deberes, y cercenando el mínimo de derechos. Los
ejemplos más preclaros son: Ley Orgánica
8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, y La Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana
conocida con el nombre coloquial de «ley
mordaza», que restringe algunos derechos fundamentales de las masas ciudadanas, etc., etc. (A.R.P.)
En
el capitalismo se crean las condiciones materiales par liberar a los
trabajadores de la explotación. Aparece la gran industria mecánica. Crece
también la clase capaz de llevar al pueblo a la lucha contra el capitalismo y
alcanzar la victoria del régimen socialista: el proletariado. Esta clase crea el Partido comunista que
rigiéndose por la teoría de
marxismo-leninismo, encabeza la lucha revolucionaria de los
trabajadores. Se acrecienta así el papel de las masas populares en el
capitalismo. Millones de trabajadores se van incorporando a la lucha política
activa, y como resultado de ello el curso de la historia se acelera en gran
medida.
El pueblo, las masas
trabajadoras, son la fuerza motriz principal de la revolución socialista. A
diferencia de las revoluciones precedentes en las que el pueblo desempeñó el
papel de destructor del viejo régimen social, en la revolución socialista no
sólo destruye la vieja sociedad capitalista, sino que crea otra nueva, la
socialista.
Es de particular magnitud la
actividad de las masas populares en la vida social bajo el socialismo. Esto
responde a los intereses más vitales de los trabajadores, y por eso están
íntimamente interesados en su creación. Lenin decía que “… el socialismo vivo,
creador, es obra de las propias masas populares” 7. El incremento de la actividad de las masas
populares en la construcción de una nueva vida es ley del desarrollo del
socialismo. Esta profunda ley se h manifestado con particular evidencia en
la vida del primer país del socialismo triunfante.
7 V.I. Lenin, Obras Completas, t. XXVI, ed. cit., pág.
272. (Ed.)
La extraordinaria elevación del
papel de las masas en el socialismo se determina ante todo por la propia naturaleza del régimen socialista,
por el dominio de las relaciones de producción socialista. La propiedad
socialista consolidada en el país agrupa y cohesiona la vasta capa de
trabajadores y garantiza su participación
activa en la solución de las tareas de a edificación comunista.
Sólo en el socialismo se logra la
combinación armónica de los intereses sociales e individuales y se asegura el
interés material de los trabajadores en los resultados de su trabajo. Las masas
populares crean en el capitalismo valores materiales y culturales de gran
importancia y son los principales los participantes de todos los movimientos
sociales progresistas, pero los frutos de su trabajo, de su lucha y
esfuerzo, se los apropia un puñado insignificante
de explotadores. En el socialismo ocurre de otro modo: las masas
trabajadoras están íntimamente
interesadas en robustecer y desarrollar el régimen socialista porque sirve de
base, para su libertad política, bienestar material y progreso cultural. Lenin
escribió: “Por primera vez, después de siglos trabajando para los demás, bajo
el yugo, para los explotadores, se tiene la posibilidad de trabajar para sí mismo y de trabajar beneficiándose de todas las conquistas de la técnica y de la
cultura más moderna” 8. Los trabajadores saben que trabajan para
ellos, para su pueblo, y eso les despierta el entusiasmo por el trabajo, el
afán de innovar, la iniciativa y la emulación socialista de masas.
8 V.I. Lenin, Obras Completas, t. XXVI, ed. cit., pág.
272. (Ed.)
El acrecentamiento del papel de
las masas en el socialismo se debe también a la magnitud a la magnitud de las tareas que se ha
planteado el pueblo constructor del comunismo. La victoria del comunismo
implicará un salto gigantesco en el desarrollo de la sociedad y será resultado
de las enormes trasformaciones, sin par en la historia, que se operarán en
todas las esferas de la vida social; es lógico, pues, que el cumplimiento de
esas tareas y la ejecución de esas trasformaciones gigantescas resulten
inconcebibles sin la participación de numerosos millones de trabajadores.
Un factor importantísimo de la
mayor participación de las masas populares en la sociedad es la dirección de
Partido Comunista de la Unión Soviética.
El partido pertrecha a los soviéticos con una política científicamente
fundamentada que se basa en leyes objetivas y
tiene en cuenta las demandas de la vida material de la sociedad. Basado
en el nivel de producción alcanzado y de las posibilidades reales, el Partido
plantea al pueblo las futuras tareas y
le señala los caminos y medios para resolverlas. El Partido educa diariamente a
los soviéticos, eleva la actividad creadora del pueblo y procura que participen
del modo más amplio posible en la construcción de la nueva sociedad.
2. EL PAPEL DE
INDIVIDUO EN LA HISTORIA
El método preferido de los
ideólogos de la burguesía es acusar a los
marxistas de que, al reconocer la necesidad histórica, niegan la importancia
del individuo, de los grandes hombres, de los dirigentes, en la historia. Estas
informaciones están por debajo de toda crítica. El marxismo dista mucho de
menospreciar el papel de individuo. Aunque los marxistas consideran que el
individuo no se puede modificar a su antojo en el curso objetivo de la
historia, reconocen que desempeñan un papel determinado de la historia, y
considerable en el desarrollo social. Lenin escribió que “tampoco la idea de la
necesidad histórica menoscaba en nada el papel del individuo en la historia:
toda la historia se compone precisamente de acciones de individuos que son
indudablemente actores” 9. Sólo el marxismo ha mostrado la
importancia real del individuo en el desarrollo social y ha señalado las
condiciones en que puede desempeñar un serio papel en la historia.
9 V.I. Lenin. Obras Completas, t. I, ed. cit., pág. 172
(Ed.)
Papel de los dirigentes en la historia
Las masas populares hacen la historia.
Las masas se dividen en clases que organizan sus partidos políticos en el curso
de la lucha entre ellas. Los partidos, por su parte, promueven de su seno a los
dirigentes, los representantes más expertos, activos y mejor preparados. El
papel que estos dirigentes desempeñan en la historia estriba en que organizan a
las masas, elevan la actividad de éstas, plantean ante ellas determinadas
tareas y las movilizan para resolverlas.
Cuanto más activa sea la
participación de las masas en la historia y más amplio el círculo de creadores
de la vida social tanto más acuciante será la necesidad de dirigentes expertos
y maduros. Sin dirigentes, sin jefes, la clase de la vanguardia es incapaz de
conquistar el dominio público, de mantener y consolidar el poder político, de
crear su Estado y luchar con éxito contra sus enemigos políticos. “Ninguna
clase ha logrado en la historia instaurar su dominio si no ha promovido a sus
propios jefes políticos, a sus representantes de vanguardia capaces de organizar
el movimiento y dirigirlo”, escribió Lenin 10.
10 V.I. Lenin. Obras Completas, t. IV, ed. cit., págs.
364-365. (Ed.)
Es particularmente grande el
papel de los dirigentes, de los ideólogos y jefes en el movimiento
revolucionario del proletariado, pues para éste la organización y la disciplina
son un medio importantísimo para resolver las tareas que tiene planteadas. La
organización sin dirigentes expertos y templados es inconcebible. El movimiento
obrero sin autoridades de prestigio, sin
organizadores intrépidos y sin ideólogos capaces no hubiera podido encontrar
caminos ni medios adecuados de lucha contra los explotadores.
Por qué aparecen las personalidades
insignes
y en qué consiste su fuerza
Las grandes personalidades no
aparecen por casualidad sino en virtud de una necesidad histórica, cuando
maduran las condiciones objetivas correspondientes. Lo políticos eminentes, los
jefes de masas, son promovidos en el período de trasformaciones revolucionarias
radicales de sociedad, de las luchas políticas más importantes, de las sublevaciones
populares. En la ciencia los genios aparecen con mayor frecuencia cuando las
exigencias de la producción promueven la necesidad de descubrimientos
científicos de envergadura. Los artistas célebres revelan su talento, por lo
general, en los momentos cruciales, más importantes de la historia. Se debe
tener en cuenta, además, que el talento se manifiesta y entra en la historia
únicamente en el caso de que ésta lo requiera, de que la sociedad necesite su
capacidad, carácter e inteligencia en esa etapa de su desarrollo.
La aparición de una conspicua
personalidad, cuando se requiere, es una necesidad. Por el hecho de que
determinadas condiciones aparezca
precisamente esa personalidad es una
casualidad. “El hecho de que surja uno de éstos, precisamente éste y en un
momento y en país determinado, es naturalmente, una pura casualidad –dice
Engels-. Pero si suprimimos, se planteará la necesidad de reemplazarlo, y
aparecerá un sustituto, más o menos bueno, pero a la larga aparecerá” 11.
Aparece cuando maduran para ello las premisas sociales y las condiciones
económicas y políticas correspondientes.
11 C. Marx y F. Engels, Obras escogidas, ed. Cartago,
Buenos Aires, 1957, pág. 783 (Ed.)
En las páginas de la Historia se han escrito
muchos nombres, pero no todos son verdaderamente grandes. Hay hombres que
actuaron en contra de las exigencias históricas e intentaron volver atrás la
rueda de la historia. Estos individuos expresaban los intereses de las clases
reaccionarias, y por eso fracasaron inevitablemente, junto con la causa
retrógrada que encabezaban.
Verdaderamente grande ES sólo el hombre que contribuye con toda su
vida y sus actos al avance de la sociedad; el que, sin escatimar fuerzas, lucha
por lo progresista, por lo nuevo, y ayuda incansablemente a las clases de
vanguardia de la sociedad a consolidar regímenes progresistas.
¿Por qué, pues, un hombre ilustre
es capaz de ejercer funciones tan grandes y difíciles? ¿En que consiste su
fuerza?
La fuerza de un hombre insigne
es, ante todo, la fuerza del movimiento social progresista, del que es
dirigente y al cual expresa. Un gran
personaje es grande porque comprende la marcha objetiva del proceso histórico,
descubre la demandas del desarrollo de la sociedad y sabe cómo satisfacerlas,
cómo modificar la vida social en le mejor sentido. Su fuerza estriba en que
sirve a los intereses de las clases de vanguardia, de las masas populares, y
por eso goza de su confianza y apoyo.
Se debe tener en cuenta que las
cualidades personales del propio hombre tienen también mucha importancia. Sólo
un individuo dotado de capacidad y de cualidades personales extraordinarias
(gran inteligencia, inagotable energía e iniciativa, resolución y audacia)
puede cumplir las tareas que la historia le plantea. Cuanto más correspondan
las cualidades personales a las demandas sociales, tanto más evidente e
importante será su papel en la historia.
Los personajes históricos más
insignes, que han dejado profunda huella en la historia han sido los jefes del
proletariado y de los trabajadores: Marx, Engels y Lenin. Fueron dirigentes de
un tipo cualitativamente nuevo, teóricos geniales y organizadores del
movimiento revolucionario del proletariado, el más grande de todos los
movimientos populares. Se distinguen por poseer grandísima fuerza teórica y
brillantes cualidades de organizadores, decisión y audacia, firme convicción de
que la causa del comunismo es justa, amor al pueblo y odio a los enemigos de
éste. Estaban íntimamente ligados con las masas populares, les enseñaban y aprendían
de ellas, generalizando su rica experiencia revolucionaria.
La gran causa que ellos comenzaron es
continuad con éxito por sus discípulos y continuadores: los destacados
dirigentes del Partido Comunista de la Unión Soviética y
de los partidos comunistas y obreros hermanos que han encabezado el movimiento
de los pueblos hacia el comunismo, el más poderoso en la actualidad.
El marxismo es incompatible con el culto
a la personalidad
El marxismo reconoce el gran
papel que el individuo insigne desempeña en la historia, pero considera que su
actividad está estrechamente vinculada con las masas populares, de las clases
de vanguardia y de los partidos políticos. El marxismo es incompatible con el culto a la personalidad, con la
veneración ciega de héroe ilustre, con el error de atribuirle la facultad
sobrehumana de crear la historia a su capricho. El culto a la personalidad
contradice la ideología socialista y causa grave daño el movimiento comunista.
Marx, Engels y Lenin fueron siempre enemigos del culto a la personalidad y se
manifestaron constantemente contra la exageración desmedida del papel de
algunos dirigentes, contra su glorificación y adulación. Los fundadores del
marxismo leninismo consideraban que sólo el método de dirección colectiva
asegura el éxito del movimiento revolucionario.
El daño que ocasiona el culto a
la personalidad radica en que aminora el papel del pueblo como creador de la
historia y del Partido Comunista y sus
órganos centrales como dirigente colectivos de las masas. El culto a la
personalidad atenaza el desenvolvimiento de la vida ideológica del Partido y la
energía creadora de los trabajadores, e inculca en ellos la idea de esperar
pasivamente las directivas de arriba. El culto a la personalidad y las
infracciones de la dirección colectiva,
de la democracia interna del Partido y de las leyes socialistas son
profundamente ajenos a la naturaleza democrática del socialismo, cuya
peculariedad no acepta la omnipotencia de un individuo aislado, sino la
plenitud de poder del pueblo.
El culto a la personalidad contribuye
a que se implanten los métodos administrativos del “ordeno y mando”, de la dirección burocrática, y ahoga la crítica y
la autocrítica. Con ello se restringe la posibilidad de que las masas populares
participen ampliamente en el movimiento comunista y se menoscaba la iniciativa
creadora. Es bien sabido que el comunismo se puede construir únicamente con la
participación más activa de las masas populares. Por eso el Partido Comunista
de la Unión Soviética
se ha pronunciado resueltamente contra el culto a la personalidad de Stalin y
sus consecuencias 12.
12 Iósif Stalin, nacido como Iósif Vissariónovich Dzhugashvili,
nacido el 18 de diciembre de 1878, en Gori (Georgia), y fallecido el 5 de marzo
de 1953, en Dacha Moscú (Rusia).
Los
ideólogos y sociólogos objetivistas imprimirán que ha sido un Héroe de la Unión Soviética ,
personaje férreo, tenaz y de decisiones
enérgicas que hicieron derrotar a la bestia parda del nazismo, salvando a
Europa de las hordas hitlerianas.
Los
ideólogos y sociólogos subjetivistas de la burguesía refutaran denigrándolo que
ha sido un personaje siniestro, infame y autoritario, sin piedad alguna hacia
sus antagonistas. Pero, con sus sombras y sus luces, sus pros y contras, sus
defectos y virtudes, la historia le hará justicia con sus procedimientos y
actos aplicados ante las circunstancias históricas que le deparó la vida como
gran estadista que fue.
Lo
que si es cierto, que después del triunfo del Ejército Rojo sobre las hordas
nazistas, su temple personal tuvo un peligroso cambio cayendo en el culto de la
personalidad que tanto daño ocasionó al Partido, actuación que el marxismo-leninismo
censura y condena totalmente. (ARP)
El XX Congreso del PCUS censuró el culto a la personalidad de Stalin,
como ajeno al marxismo-leninismo y al sistema socialista y exhortó a las
organizaciones del Partido a que extirpasen sus consecuencias. Contra el rumbo
leninista expresado por el XX Congreso se pronunció el grupo antipartidario de
Mólotv 13, Málenkov 14, Kaganovich 15 y sus
cómplices, que intentó restablecer los métodos y el régimen dominante durante
el período del culto a la personalidad. Por eso esta cuestión del culto a la
personalidad se debatió en el XXI Congreso y, sobre todo, en el XXII Congreso
del Partido, en el que se censuró enérgicamente la actividad de zapa del grupo
antipartidario. Tras rechazar a los fraccionistas fracasados, el Partido
cohesionó aun más estrechamente sus filas, robusteció sus lazos con el pueblo y
movilizó todas sus fuerzas para concretar con éxito su línea política general.
13 Viacheslav Mijáilovich Mólotov fue un
político y diplomático soviético, un viejo bolchevique y una figura destacada
en el gobierno soviético durante la década de 1920. Nació el 9 de marzo de
1890, en Sovetsk (Rusia), y falleció el 8 de noviembre de 1986, en Moscú (Unión
Soviética). (ARP)
14
Gueorgui Maksimiliánovich Malenkov fue un político soviético y dirigente del
Partido Comunista, así como íntimo colaborador de Iósif Stalin. Nació el 8 de
enero de 1902, en Oremburgo (Rusia), y falleció el 14 de enero de 1988, en
Moscú (Unión Soviética) (ARP).
15 Lázar Moiséyevich
Kaganóvich fue un político soviético. Nació el 22 de noviembre de 1893, en
Gubernia de Kiev (Ucrania), y falleció el 25 de julio de 1991, en Moscú (Unión
Soviética). (ARP)
La
firmeza y energía con que el Partido, apoyado por todo el pueblo soviético,
combatió el culto a la personalidad es una demostración de la fuerza y
vitalidad del régimen socialista soviético, de la invencibilidad de las ideas
del marxismo-leninismo.
El
marxismo-leninismo censura enérgicamente el culto a la personalidad, pero
considera al mismo tiempo que sería erróneo y pernicioso y confundirlo con la autoridad del dirigente. Lenin dijo que “la clase obrera que mantiene en todo el
mundo una lucha ardua y tenaz por su emancipación completa, necesita dirigentes
con autoridad” 16. El
marxismo-leninismo exige que se cuide la autoridad de los dirigentes fieles al
pueblo y al Partido, que entreguen todos sus conocimientos y energía creadora,
toda su riquísima experiencia a la gran causa de la victoria del comunismo.
16 V.I.
Lenin, Obras Completas, t. XI, ed. cit., pág 417. (Ed.)
Así,
pues, todo el curso del desarrollo histórico muestra que, por grande que sea un
hombre, no está en condiciones de determinar la marcha de la historia. El
creador de la historia, el creador de todos lo valores materiales y espirituales
es el pueblo, son las masas trabajadores.
Vigo,
20 de agosto de 2016
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