MATERIALISMO HISTORICO CAPITULO IV
BASE Y ESTRUCTURA
Como ya hemos establecido, la
fuerza principal y determinante del desarrollo social es el modo de producción
de los bienes materiales. De qué manera
el modo de producción, las relaciones de producción, determinan todas las demás
relaciones sociales (políticas, jurídicas, éticas y otras) y como estas últimas
influyen a su vez en el desarrollo económico de la sociedad, es un problema
resuelve la teoría marxista-leninista de la base y la superación.
1. INTERDEPENDENCIA DE LA
BASE Y LA SUPERESTRUCTUA
Y PARTICULARIDADES DE SU DESARROLLO
Qué es la
base y qué es la superestructura
De toda la
diversidad de relaciones sociales, el materialismo histórico destaca como
fundamentales, determinantes, las relaciones
materiales, de producción. El
conjunto de estas relaciones de producción constituye la estructura económica
de la sociedad, su base. Además, por
conjunto de relaciones de producción se deben comprender las formas de
propiedad, las relaciones, de ellas dimanantes, entre los hombres en el proceso
de producción y las formas de distribución de los bienes materiales.
A cada
sociedad le es inherente su base. El
tipo de base como conjunto de relaciones de producción depende del estado de
las fuerzas productivas. Ninguna base puede aparecer hasta que en el seno de la
vieja sociedad no surjan las condiciones materiales correspondientes: las
fuerzas productivas necesarias para ello.
Una vez que ha
aparecido, la base desempeña un enorme papel en la vida de la sociedad. Permite la organización de la producción y la
distribución e los bienes materiales. Los hombres no pueden producir sin
entablar relaciones económicas y, consiguientemente, distribuir los medios de
subsistencia.
La importancia
de la base estriba además en que sirve de fundamento real sobre el que eleva la
superestructura, o sea, las opiniones
políticas, jurídicas, filosóficas, éticas, artísticas y religiosas de la
sociedad y las relaciones, instituciones y organizaciones respectivas. Por eso
la base constituye el aspecto del modo de producción que define directamente la faz de la sociedad, de
sus ideas e instituciones.
Es también
grande el papel de la superestructura en el desenvolvimiento social. Surgida
sobre una base económica determinada, expresa en última instancia la relación
de los hombres con esta base. Las ideas de diverso género sirven a los hombres
para fundamentar la necesidad de consolidar o destruir la base dada, y las
instituciones y organizaciones (el Estado, los partidos políticos, etc.) les
permiten plasmar estas ideas en la vida. La superestructura influye también en
el desarrollo de las fuerzas productivas por medio de la base. Es bien sabido,
por ejemplo, el inmenso papel que el Partido Comunista, el Estado soviético y
el conjunto de la superestructura socialista desempeña en la solución de las
tareas conducentes a crear la base material y técnica del comunismo y en el
desarrollo de las fuerzas productivas comunitas.
Papel determinante de la base con relación
a la superestructura
La
superestructura es producto de
la base y está indisolublemente ligada
con ella. Como es la base, así es la superestructura. Tomemos por ejemplo, la
base de la sociedad primitiva. La ausencia de propiedad privada y de clases y,
por consiguiente, de contradicciones de clase fue la causa de que en
superestructura de esa sociedad no
hubiese ideas estatales, ni políticas, ni jurídicas, ni las respectivas
instituciones.
El surgimiento
de la propiedad privada y de clases, es decir la aparición de la base de la sociedad esclavista originó una
superestructura de otra índole. Aparecieron ideas que fundamentaban la
dominación de los amos sobre los esclavos e instituciones (el Estado, etc.),
que defendían esa dominación.
La base de la
sociedad de clases antagónicas es contradictoria. Al expresar la diversa
relación de los hombres con los medios de producción, se caracteriza por la
contraposición de los intereses de clase y el antagonismo entre los oprimidos y
los opresores. Así es, por ejemplo, la base económica del capitalismo moderno,
que se caracteriza ante todo por el antagonismo existente entre la burguesía y
el proletariado. Es claro que la estructura económica de la sociedad burguesa
no se puede reducir únicamente a las relaciones establecidas entre estas dos
clases antagónicas fundamentales, pues además de ellas existen otras clases y
capas sociales (los trabajadores campesinos, los artesanos y la pequeña
burguesía urbana y rural), que también están en contradicción con la burguesía
monopolista.
Al reflejar
las contradicciones de la base, la
superestructura de la sociedad de clases antagónicas es también contradictoria.
Lleva implícitas las ideas e instituciones de las diversas clases y grupos
sociales, con la particularidad de que predominan en ellas la ideas e
instituciones de la clase que ostenta el poder el dominio económico “la clase
que ejerce el poder material
dominante en la sociedad –escribieron Marx y Engels- es al mismo tiempo, su
fuerza a espiritual dominante” 1.
Así, en el capitalismo es la burguesía la que ejerce el dominio económico; por
eso son burguesas las ideas e instituciones dominantes en la sociedad, que la
burguesía para luchar contra el, proletariado y perpetuar su dominación.
1 C. Marx y F. Engels, Obras, t. III ed. rusa, pág. 45
Sin embargo,
en la sociedad capitalista el proletariado se opone a la burguesía y forma sus
ideas e instituciones. Los proletarios empiezan a comprender poco a poco la
esencia del capitalismo y toman conciencia de la necesidad de derrocarlo. Para
luchar contra la burguesía crea su partido político, sindicatos, cooperativas y
otras organizaciones. A lo largo de la lucha revolucionaria el proletariado
domina la teoría marxista de vanguardia y crea su moral y sus opiniones
políticas, jurídicas y estéticas.
El papel
determinante de la base con relación a la superestructura no se manifiesta sólo
en que ésta es producto de aquélla, sino también en que los cambios esenciales
que se operan en la estructura económica provocan necesariamente cambios en la
superestructura. Así, por ejemplo, al pasar del capitalismo pronopolista al
imperialismo, la economía capitalista experimentó un serio cambio: la libre
competencia fue sustituida por el monopolio. Respectivamente cambió también la
superestructura burguesa. En la esfera estatal, la burguesía pasó a varios
países de las formas democrático-burguesas de gobierno a las reaccionarias:
fascistas o semifascistas. Los derechos de los trabajadores son restringidos
cada vez en mayor grado 2; y los partidos comunistas y
organizaciones progresistas, sometidas a más y más persecuciones. El arte
burgués degenera; en la filosofía adquieren importancia primordial las formas
más reaccionarías de idealismo; la religión se extiende vastamente.
2 Actualmente y con el arribo de la globalización, esto
es más evidente que nunca. No solamente están restringiendo los derechos de los
trabajadores, sino que se les imponen obligaciones de patente de corso; lindando en algunos casos con el derecho de
pernada a favor de los que todavía se creen caballeros feudales. (ARP)
Se producen cambios
particularmente profundos en la superestructura al sustituir una base economica
por otra como resultado de una revolución social. La revolución termina con la
dominación política de la vieja clase y confirma la de otra nueva. Se crea una
nueva máquina del Estado (sistema de instituciones políticas y jurídicas) en
lugar de la vieja. Se modifica la conciencia social: la nueva ideología, que
corresponde a la nueva fase afianzada, desplaza a la vieja. Según escribió
Lenin, “la vieja superestructura salta hecha añicos en la época revolucionaria,
y se crea otra nueva por la actividad de las fuerzas sociales más diversas….” 3.
3 V.I. Lenin. Obras Completas. t. IX, ed., cit., pág.
138. (Ed.)
Independencia
relativa y papel activo
de la
superestructura
Como producto
de la base, la superestructura tiene también una interdependencia relativa, una de cuyas manifestaciones importantes
es la continuidad en su desarrollo.
Esta continuidad se expresa en que la revolución operada en la superestructura,
al sustituirse la base vieja por otra nueva, no implica la liquidación
automática de todos lo fenómenos superestructurales viejos. Al destruirse la
base vieja, deja de existir la vieja superestructura como un todo, como sistema
de opiniones e instituciones de la vieja sociedad. Pero elementos aislados de
ella perviven más tiempo que la base que la engendrara y, al pasar a la superestructura de la nueva sociedad, sirven
a las clases de esta nueva sociedad, corresponden a sus intereses. La religión
cristiana, por ejemplo, que surgió en el régimen esclavista, sirvió fielmente a
los señores feudales y sirve hoy a la burguesía.
En la superestructura de cualquier sociedad hay
también elementos imperecederos, de importancia para toda la humanidad. Tales
son, por ejemplo, las normas universales de moral y las mejores conquistas de,
la literatura y el arte.
En virtud de
la continuidad, la superestructura de cada sociedad constituye un fenómeno muy
complejo. Incluye tanto las ideas e instituciones heredadas de la vieja sociedad como las surgidas sobre
la nueva base económica.
La
independencia relativa de la superestructura se manifiesta también en que,
habiendo surgido sobre la base económica, desempeña un activo papel en su desarrollo. Las ideas e instituciones
dominantes en la sociedad de clases antagónicas sirven para conservar y
consolidar su base. Fundamentan el dominio de la clase que las ha originado y
cuyos intereses están llamados a defender. Estas ideas e instituciones consagran teóricamente y organizan la lucha de la clase
dominantes en la sociedad antagónica y, ante todo, contra las clases
trabajadoras, aplastando su aspiración a emanciparse de la explotación y de la
opresión colonial y de otro género.
Tomemos, por
ejemplo. Las ideas e instituciones de la burguesía. En el período de formación
de la base capitalista contribuyeron activamente a que se desenvolviera y
consolidara ésta y fueron un medio
poderoso de lucha contra los señores feudales. Actualmente las ideas e
instituciones burguesas sirven para
aplastar a todas las fuerzas progresistas, para conservar a toda costa la base
capitalista y evitar, o al menos aplazar, la muerte del capitalismo. El
capitalismo moderno se mantiene, ante todo, porque el Estado burgués, el
derecho burgués, y todos los medios de influencia ideológica, que desempeñan
un papel excepcionalmente grande en su
defensa, guardan sus intereses.
2. LA BASE Y LA SUPERESTRUCTURA
DE LA
SOCIEDAD
SOCIALISTA
En el capítulo
anterior 4, al analizar las
particularidades del surgimiento del modo de producción socialista, hemos
hablado de cómo se forman las formas
sociales de producción: la base económica del socialismo. Recordemos una vez
más que la base socialista no surge en el seno del capitalismo, sino que sólo
se crean condiciones para que surja.
4 Ver capítulo III (ARP)
La base
socialista no se crea espontáneamente como la base de las sociedades precedentes, divididas en clases
antagónicas, sino que se forman bajo la influencia del Estado socialista. El
papel decisivo en su creación pertenece a la actividad conciente de los
trabajadores encabezados por la clase obrera y su partido marxista-leninista.
La condición
indispensable para crear la base económica del socialismo es la consolidación de
la dictadura del proletariado, es decir, la conquista del dominio político por
la clase obrera. Luego reunidos en sus manos los medios fundamentales de
producción, el Estado proletariado contribuye a la constitución armónica y
gradual de las relaciónese socialistas de producción en la ciudad y el campo.
Las etapas más importantes de la creación de la base económica del socialismo
son la industrialización del país y la colectivización de la agricultura.
En la medida
en que se refuerza la base socialista, se refuerza también la superestructura.
Se desenvuelve y perfecciona el aparato del Estado, y la ciencia y el arte
alcanzan un alto grado de desarrollo. Se trasforma la conciencia de los hombres
y se afianzan los principios de la moral comunista. Con la victoria del
Socialismo y la consolidación de la base socialista se termina también el
proceso de formación de la superestructura socialista.
A diferencia
de la base, elementos sueltos de la superestructura socialita aparecen en el
seno del capitalismo. La teoría marxista-leninista, el partido de la clase
obrera, los sindicatos obreros, la moral, la literatura y el arte proletarios
surgen bajo el dominio de la base capitalista y pasan luego a la
superestructura de la sociedad socialista. Además, esta superestructura recibe
los mejores adelantos de la ciencia, la cultura
y la filosofía de todas las épocas precedentes. Ahora bien, todos estos
elementos no constituyen la superestructura socialista como un todo, como un conjunto
de ideas, instituciones y organizaciones. La superestructura socialista como un
todo se crea únicamente al formarse la
base socialista.
Examinemos a
este respecto cómo se formó la superestructura de la sociedad socialista
soviética. Los cimientos de la base socialista se crearon durante los primeros
meses de Poder soviético con la nacionalización de los medios fundamentales de
producción. En esa misma época aproximadamente se produjo la demolición radical
del viejo aparato del Estado y la creación del Estado proletario, el elemento
más importante de la superestructura socialista. El 28 de octubre de 1917 se
instituyó el Consejo de Comisarios del Pueblo. En diciembre del mismo año se
creó la Comisión Extraordinaria
de toda Rusia (VChK), órgano para combatir a la contrarrevolución y los sabotajes.
En enero de 1918 se firmó el decreto sobre la creación del Ejército Rojo Obrero
y Campesino, y el 14 de febrero, la Flota
Roja. Se crearon órganos de Poder en el centro y en las localidades
La ideología
socialista y sus respectivas instituciones: el Estado socialista, El Parido
Comunista, los sindicatos, el Konsomol 5, las organizaciones
culturales-educativas, deportivas, de la defensa y otras, tomadas en su
conjunto, constituye la superestructura
socialista.
5 El Komsomol (en ruso Комсомол)
organización juvenil del Partido Comunista de la Unión Soviética
(PCUS). El término es una contracción de Kommunisticheski Soyuz Molodiozhi
(Коммунистический союз молодёжи), Unión Comunista de la Juventud (ARP)
Esta se
distingue radicalmente de la superestructura de las sociedades divididas en
clases antagónicas, en particular de la del capitalismo moderno.
La base
socialista, avanzada y progresista, determina también la esencia de la
superestructura socialista, su carácter activo y revolucionariamente
trasformador. Al reflejar el curso real de la historia, el paso natural del
capitalismo al comunismo contribuye con todas
las fuerzas a ese movimiento, consolida y desarrolla la base socialista, base
de vanguardia.
Debido a la
unidad e integridad de la base socialista, en su superestructura se distingue
por la ausencia de contradicciones antagónicas. En el socialismo no hay clases
que puedan ser portadoras de ideas y opiniones reaccionarias. Todos los
trabajadores están interesados en el desarrollo de la sociedad socialista, en
su avance hacia el comunismo. Procuran
robustecer la base económica del socialismo, desarrollar y perfeccionar su
superestructura.
Claro es que
en la sociedad socialista aún se encuentran ideas y opiniones atrasadas. Pero
no entran ni pueden entrar en la superestructura socialista, pues no dimanan de
la naturaleza intrínseca de su base, sino que la sociedad las ha hecho en
herencia del capitalismo.
La
superestructura socialista presenta un carácter auténticamente popular. Al
expresar y defender los intereses de los trabajadores, disfruta a su vez de su
apoyo constante. De ahí su actividad, su inmensa influencia en el desarrollo de
la base, en todo el curso del desenvolvimiento de la sociedad socialista. A
medida que la sociedad soviética avanza hacia el comunismo, la importancia de
la superestructura y su influencia en el
desarrollo de la base y de la sociedad en su conjunto aumenta sin cesar. La
superestructura socialista y, ante todo, sus elementos más importantes (el
Estado soviético y el Partido Comunista, que organiza la vida económica,
política y cultural del país) suponen un importante factor para la construcción
feliz del comunismo.
Vigo, 1 de agosto
de 2016
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