CAPITULO VII
LEYES FUNDAMENTALES
DE LA DIALECTICA
MATERIALISTA
Como sabemos, la dialéctica
marxista es la teoría del desarrollo y concatenación universal. Lo más
importante del desarrollo es el problema de sus fuentes y fuerzas motrices. Puesto que la repuesta a esta cuestión
está en la ley de la unidad y lucha de contrarios, comenzaremos por ella a exponer las leyes fundamentales
de la dialéctica materialista.
LEY DE LA
UNIDAD Y LUCHA DE CONTRARIOS
Lenin la llamó esencia y médula de la dialéctica. Esta
ley pone al descubierto las fuentes y causas reales del eterno movimiento y
desarrollo del mundo material. Su conocimiento es de gran importancia para
comprender la dialéctica del desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y el
pensamiento, para la ciencia y la actividad revolucionaría práctica.
El análisis de las
contradicciones de la realidad objetiva y el descubrimiento de su naturaleza es
una exigencia importantísima de toda investigación científica y de toda obra
práctica.
1. UNIDAD Y LUCHA DE
CONTRARIOS
Antes de hablar de la ley, veamos
qué entiende la dialéctica marxista-leninista por “contrarios” y por “su unidad”
Unidad de contrarios
Todo el mundo conoce lo que es un
imán y sabe que su principal característica es tener dos extremos, el polo norte y el sur, que se excluyen mutuamente, pero están indisolublemente
ligados entre sí. Por mucho que tratemos de separar ambos polos no lo
conseguiremos. El imán partido en dos, cuatro, ocho o más partes seguirá
teniendo los mismos polos.
Se llama contrarios a los aspectos, tendencias o fuerzas internas del objeto
que se excluyen mutuamente y, al mismo tiempo, se presupone el uno al otro. La
relación de indestructible interdependencia de estos aspectos constituye la unidad de los contrarios.
Todos los objetos y fenómenos
tienen aspectos contradictorios. Todos ellos constituyen una conexión orgánica,
una unidad indestructible de contrarios. Las partículas “elementales”, por
ejemplo, son una unidad contradictoria de propiedades ondulatorias y corpusculares. Son contradictorios no sólo las partículas “elementales”, sino
también el átomo formado por ellas. En su centro se encuentra el núcleo con
carga positiva rodeado de uno o varios electrones con su carga negativa. El proceso
químico es una unidad contradictoria de asociación y disociación de átomos.
En los organismos vivos se
presentan asimismo tendencias contrapuestas. Ya hemos hablado de los procesos
contradictorios de asimilación y desasimilación, que constituyen el metabolismo
inherente a lo vivo. Además, los organismos poseen también propiedades
contradictorias, como la herencia y
la adaptabilidad. La primera es la
propensión del organismo a conservar las propiedades adquiridas
hereditariamente; la adaptabilidad es su actitud para obtener nuevas propiedades
adecuadas a las condiciones modificadas.
La actividad psíquica del hombre se caracteriza por procesos contradictorios de
las excitaciones en la corteza de los hemisferios cerebrales.
En las sociedades divididas en
clases antagónicas existen clases contradictorias: el esclavo y el amo, en la sociedad esclavista; el campesino y el
siervo y el señor feudal, en el feudalismo; el proletario y el burgués, en
capitalismo.
Aspectos contradictorios
presentan también el proceso del conocimiento. El hombre aplica métodos de
investigación tan contradictorios y mutuamente enlazados, como la inducción y la deducción, el análisis y la
síntesis, etc
Así, pues, la contradicción de
los objetos y fenómenos del mundo tiene carácter
universal. En el mundo no hay objeto o fenómenos que no se desdoble en
tendencias contrapuestas.
Los contrarios no solamente se
excluyen, sino que se presupone
forzosamente. Coexisten en un
mismo objeto o fenómeno, y son inconcebibles el uno sin el otro. Hemos
recalcado ya la unidad irrompible de los polos opuestos del imán. Tan
inseparable son la asimilación y la
desasimilación en el organismo vivo, el análisis y la síntesis en el proceso
del conocimiento. La sociedad capitalista es imposible sin clases opuestas: el proletariado y la burguesía. Por supuesto, como
resultado de la revolución socialista, el proletariado liquida a la burguesía
como clase, pero entonces el capitalismo deja de ser capitalismo y cede terreno
al socialismo. Mientras se conserve el capitalismo, la clase obrera no puede
vivir sin contratar su trabajo al capitalismo; y el capitalismo siempre explota
al obrero. 1
1 Esta explotación es más patente en la actualidad,
donde el capitalismo con el consentimiento de
los distintos gobiernos del país, rebaja constantemente los salarios a
la clase trabajadora y funcionarios del Estado, en beneficio exclusivo de la burguesía. (ARP)
Engels escribió: “Y no puede
existir un término de una contradicción sin que exista el otro, como no se
puede tener en la mano una manzana entera después de haberse comido la mitad” 2
2 F. Engels, “El
origen de la familia y la propiedad privada y el Estado”, en C. Marx y F.
Engels, Obras escogidas, ed. cit.,
pág. 597. (Ed.)
La lucha de contrarios, fuente del
desarrollo
Hemos establecido que los objetos y fenómenos son una unidad
de contarios. ¿Cuál es, pues, el carácter
de la unidad? ¿Existen los contrarios pacíficamente en la unidad o entran
en contradicción, en lucha, el uno con el otro?
El
desarrollo de los objetos y fenómenos más diversos es prueba que los extremos
contrarios no pueden coexistir pacíficamente en el mismo objeto: el carácter contradictorio de las
tendencias contrapuestas que se excluyen mutuamente, provoca necesariamente una
lucha entre ellas. Lo viejo y lo nuevo, lo que nace y lo que muere en los
objetos, no pueden menos de entrar en contradicción. La contradicción, la lucha de contrarios, constituye la fuente esencial
del desarrollo de la materia y la conciencia. “El desarrollo –escribió
Lenin- es la “lucha” entre tendencias contrapuestas” 3, recalcando
con especial vigor que esta lucha es absoluta, como absolutos son el desarrollo
y el movimiento.
3 V.I. Lenin, Obras completas, t. XXXVIII, ed. cit.,
pág. 352. (Ed)
La afirmación de que lo sucesivo
en el desarrollo es la lucha de contrarios no disminuye la importancia de su
unidad. La unidad de contrarios es una condición indispensable de la lucha,
pues la lucha sobreviene únicamente donde las tendencias contrapuestas existen
en un mismo objeto o fenómeno.
Lenin expresó que entre las
tendencias contrapuestas puede existir
también un estado de equilibrio natural, que se debe comprender en el
sentido de que, en una etapa determinada del desenvolvimiento del proceso,
ninguna de ellas tiene ventaja ostensible. Así ocurrió, por ejemplo, en Rusia
en octubre de 1905, cuando el zarismo ya
no tenía fuerzas para vencer, y a la revolución aún le faltaban fuerzas para triunfar. También hubo cierto
equilibrio de fuerzas entre la burguesía y los terratenientes, por una parte, y
los obreros y campesinos, por otra, en el período de febrero a junio de 1917.
Pero en ambos casos el equilibrio de las
fueras opuestas fue temporal. En 1905 vencieron las fuerzas reaccionarias, y en
1917 conquistaron la victoria el proletariado revolucionario y sus aliados.
El equilibrio de los contrarios
es también relativo en cualquier otro proceso: No puede ser de otra manera: sí
fuera constante, eterno, en el mundo no se produciría desarrollo alguno. Sólo
la lucha constituye l fuente y fuerza motriz del desarrollo.
Muchos representantes de la
filosofía burguesa contemporánea tergiversan la esencia revolucionaria de la
médula de la dialéctica marxista y otorgan categoría de absoluto al equilibrio
de los contrarios, negando la lucha. No ven lo principal en la lucha de las
tendencias contrapuestas, sino en su conciliación, en el equilibrio. De este
modo intentan conciliar los intereses de la burguesía con los del proletariado,
desviar a las masas populares de su aspiración a resolver por vía revolucionaría
sus profundas contradicciones del capitalismo.
En realidad es imposible
conciliar las contradicciones de clase. Testimonio convincente de ello es la
historia de la humanidad y la práctica de la lucha revolucionaria de la clase
media.
Toda la experiencia de la
evolución científica y de la práctica histórico-social de los hombres atestigua
incontrovertiblemente que la fuente del desarrollo es la lucha de contrarios. Al
mismo tiempo, se debe tener en cuenta que esta lucha se manifiesta de distinta
manera en diferentes dominios de la realidad material.
En la naturaleza inorgánica es
muy frecuente la lucha (interacción)
de fuerzas opuestas como la atracción y
la repulsión. La interacción de las fuerzas opuestas como la atracción y la
repulsión. La interacción de las fuerzas de atracción y repulsión mecánicas,
eléctrica, nucleares, etc., desempeña un gran papel en el surgimiento y
existencia de los núcleos atómicos, átomos y moléculas. La lucha de estas
fuerzas, como lo demuestran las teorías cosmogónicas modernas, ha sido una
importantísima fuente de la aparición del sistema solar.
La astronomía moderna ha
descubierto también que la interacción de las fuerzas de atracción y repulsión
es una de las fuentes más importantes de los diversos procesos que se operan
actualmente en el espacio cósmico. No existe un equilibrio absoluto de estas
fuerzas en los diversos ámbitos del universo, sino que predomina necesariamente
alguna de ellas. Donde predomina la repulsión, la materia y la energía se
dispersan, las estrella se apagan; donde prevalece la atracción la materia y la
energía se concentra y, en consecuencia, se encienden nuevas estrellas. Así,
pues, en el proceso de la lucha y las
interacciones de las fuerzas contrapuestas se produce el movimiento eterno del
la materia y la energía en el cosmos.
Ya hemos visto que los procesos
contradictorios de asimilación y desasimilación son propios de los organismos
vivos. Su lucha e interdependencia
constituyen las fuentes específicas del desarrollo de lo vivo. Estos procesos
contradictorios no pueden estar en equilibrio absoluto; uno de ellos debe
predominar. En el organismo joven la
asimilación predomina sobre la desasimilación y esa es la causa de que
crezca y desarrolle. . Cuando la desasimilación predomina sobre la asimilación,
el organismo envejece, se destruye; sin embargo, en cualquier organismo, sea
joven o viejo, tales procesos dependen uno de otro. La vida es interacción y contradicción. Cuando cesa
esta contradicción, termina la vida y
llega la muerte.
El progreso del desarrollo social
también se produce sobre la base de la unidad y lucha de contrarios. Entre las
contradicciones del desarrollo social despeña una función de gran magnitud las
existentes en la producción social y, ante todo, entre las fuerzas productivas y las
relaciones de producción. Esta última contradicción se expresa, en las
sociedades divididas en clases antagónicas, en lucha entre ellas, lucha que
conduce a la revolución social y la
sustitución del viejo régimen por otro nuevo.
Los objetivos y fenómenos se desdoblan en tendencias contrapuestas,
constituyen una unidad de contrarios. Las tendencias contrapuestas no existen
simplemente, sino que se encuentran en estado de contradicción y lucha
permanente entre ellas. La lucha de contrarios constituye el contenido interno
y la fuente del desarrollo de la realidad.
Tal es la esencia de la ley
dialéctica de la unidad y la lucha de
contarios.
2. MULTIFORMIDAD DE LAS
CONTRADICCIONES
En el mundo existen muchas y
diversas contradicciones. Continuamente tropezamos con ellas en la vida diaria.
Diversas ciencias estudian, las estudian. La dialéctica marxista, a diferencia
de esas ciencias, estudia las contradicciones más generales. Por eso nosotros
analizaremos aquí los grupos más grandes e importantes de las contradicciones,
tales como las internas y externas,
antagónicas y no antagónicas, principales y no principales.
Contradicciones internas y externas
La dialéctica marxista exige ante
todo que se distingan las
contradicciones internas y externas.
Son contradicciones internas la interacción y lucha de las
tendencias contrapuestas de un determinado
objeto. Contradicciones externas
son las relaciones contradictorias que un objeto tiene con el medio ambiente y con otros objetos de
este medio.
Los adversarios de la dialéctica
marxista tergiversan el papel que los distintos grupos de contradicciones
desempeñan en el desarrollo. Niegan la importancia decisiva de las
contradicciones internas y consideran a las externas como única fuente del
desarrollo. Desde su punto de vista, por ejemplo, la fuente del desarrollo de
la sociedad de clase no es la lucha de las clases opuestas, sino la
contradicción existente en la sociedad y la naturaleza. No quieren comprender
el hecho de que la propia relación del hombre con la naturaleza y el grado de
su dominio sobre ella dependen las relaciones establecidas entre las clases en
la sociedad y del carácter del régimen social.
Tanto las contradicciones
internas como las externas son inherentes a los objetos y fenómenos de la
realidad material. Pero lo principal y decisivo son las internas, las
contradicciones implícitas en el propio objeto. Estas son, ante todo, la fuente
del movimiento. Así, pues, la dialéctica marxista entiende el movimiento como automovimiento de la materia, como movimiento interno, cuyos motivos e
impulsos están implícitamente en los propios
objetos y fenómenos en desarrollo.
La integración y lucha de las
propiedades ondulatorias y corpusculares de la materia de las fuerzas de
atracción y repulsión, de la asimilación y la desasimilación y otras tendencias
contrapuestas que ya hemos mencionado como fuentes del desarrollo en distintos
dominios de la realidad, no son introducidas en los objetos y fenómenos desde
el exterior, sino que son inherentes a ellos.
Las contradicciones internas son
la fuente del desarrollo, porque ellas determinan la faz y la naturaleza del
propio objeto. Fuera de sus contradicciones internas el objeto no sería lo que
es. El átomo, por ejemplo, no podría
existir sin la interacción o “lucha” entre el núcleo con carga positiva y los
electrones con carga negativa; el organismo, sin asimilación y la
desasimilación, etc.
Las influencias exteriores
ejercidas sobre un objeto se reflejan siempre a través de las contradicciones
internas que le son propias, y en esto se revela también el papel determinante que desempeñan
en el desarrollo. El cambio del medio ambiente sólo da un impulso al
desenvolvimiento de los organismos. Pero la dirección del proceso y sus
resultados dependen en última instancia del tipo de metabolismo inherente al
organismo, es decir, de la interacción entre la asimilación y la desasimilación
propias de ese organismo.
La fuente del desarrollo de
la sociedad también está implícita en
ella misma, en sus propias contradicciones internas. La forma y la orientación en la evolución de un país y
el tipo de su organización social dependen del modo en que se resuelvan sus
contradicciones internas de clase. El programa del PCUS dice: “La revolución no
se hace por encargo. No se puede imponer al pueblo desde el exterior. Es
resultado de las profundas contradicciones internas e internacionales del
capitalismo”
Es verdad que abundan los casos
de imposición de regímenes sociales a los pueblos por fuerzas reaccionarias
exteriores, pero esos regímenes son siempre inestables y se desmoronan a la
primera prueba dura.
Si bien es cierto que las
contradicciones internas desempeñan un papel decisivo, eso no significa que la
dialéctica materialista niega la importancia de las contradicciones externas en
el desarrollo. La función de éstas es diversa. La mayor parte de las veces
constituyen una condición indispensable del proceso. Tal es, por ejemplo,
la contradicción existente entre la
sociedad y la naturaleza, a la que el hombre arranca los bienes materiales.
Las contradicciones externas
pueden contribuir al desarrollo o frenarlo, imprimirles distintos matices y
formas, pero no definir el curso principal del proceso ni el desarrollo en su
conjunto. Así, la solución acertada de las contradicciones internas y, ante
todo, el antagonismo existente entre la burguesía derrocada, mas no liquidada
aun no definitivamente, el proletariado, tuvo una importancia decisiva para la
victoria decisiva en la URSS. Sin
embargo, el movimiento hacia el socialismo se produjo asimismo en presencia de
la contradicción externa existente entre el Estado soviético y los países del
capitalismo, que procuraron por todos los medios restablecer el régimen
capitalista en Republica Soviética. El boicot político y el bloqueo económico 4,
la intervención, las reiteradas provocaciones armadas y, finalmente, la
invasión de los fascistas alemanes, frenaron seriamente el desarrollo de la Unión Soviética , pero ninguna
de esas maquinaciones pudo detener su avance victorioso.
4 El bloqueo económico es una táctica muy
usual del sistema capitalista, aplicando estos métodos (en algunos casos provocan conflictos
armados) cuando no cuadran sus intereses
egoístas e inhumanos. Por eso el capitalismo se “erigen como los buenos y, los otros, los representan como los malvados” (A RP).
Puesto que las contradicciones
internas determinan el desarrollo de todos los objetos y fenómenos, en la
actividad práctica es necesario, ante todo, saber descubrir y resolver
correctamente esas contradicciones. Tampoco se deben desechar las
contradicciones externas pues desempeñan asimismo un gran papel en el
desarrollo. El éxito se alcanza únicamente cuando se tiene muy en cuenta la
interdependencia y la interacción de las contradicciones internas y externas.
Contradicciones antagónicas y no
antagónicas
Al hablar de las contradicciones antagónicas y no antagónicas se debe
tener presente, ante todo, la esfera de los fenómenos sociales. Es verdad que
también existen antagonismos de cierto género en los organismos vivos, entre
algunos tipos de bacterias, entre animales rapaces y no rapaces y entre algunos
organismos vegetales, pero no se los debe confundir con los antagonismos
sociales.
Contradicciones antagónicas son, ante todo, son las existentes entre las clases que
tienen intereses irreconciliables. Son las más exacerbadas y manifiestas y se deben al acusado contraste de las
condiciones de vida, fines y propósitos de las clases. Su rasgo más importante
consiste en que no se pueden resolver del marco del régimen social, del cual
son típicas. Al profundizarse y acentuarse, las contradicciones antagónicas dan
lugar a cruentos choques y conflictos. El medio de resolverlas es la revolución
social.
La contradicción existente entre
la burguesía y el proletariado en la sociedad capitalista presenta particular
agudeza y profundidad. Su antagonismo se debe a la posición objetiva que estas
clases ocupan en la sociedad. La burguesía
posee todos los medios de producción y merced a ello, se queda con la
parte del león de los valores materiales producidos por la sociedad. Ejerce el
dominio político y goza de todos los bienes culturales. El proletario carece de
medios de producción, y por eso se ve forzado a trabajar para la burguesía.
Crea todos los bienes materiales y recibe únicamente una parte insignificante.
Está privado de derechos políticos y de la posibilidad de gozar de las
conquistas científicas y culturales.
Los intereses de la burguesía y
el proletariado son diametralmente apuestos; aquélla tiende a perpetuar su
dominio; y éste, a emanciparse de la explotación. En consecuencia, está
entablada entre ambos una tenaz lucha de clases, cuyo fin inevitable es la
revolución socialista son una forma particular de resolver las contradicciones
antagónicas del capitalismo.
Los ideólogos de la burguesía y los revisionistas
niegan la existencia de antagonismos de clase en la sociedad capitalita
moderna.
En realidad, las contradicciones
antagónicas del capitalismo no sólo han desaparecido en nuestros días, sino que se acentúan
constantemente. Existen y existirán mientras exista el capitalismo,
desaparecerán únicamente con la victoria del socialismo.
Las contradicciones no antagónicas son
las existentes entre las clases y los grupos sociales cuyos intereses
principales coinciden. Estas contradicciones no se resuelven por medio de una
revolución social, sino que se superan gradualmente. Tales son, por ejemplo,
las existentes entre la clase obrera y los campesinos. Bajo del capitalismo, la
ciudad explota al campo, y por eso el campesino hace extensiva en cierta medida
al obrero la animadversión que siente por la ciudad. El campesino posee algo
(tierra, ganado de labor, aperos, etc.) y están interesado en conservarlo. El
obrero no tiene ninguna propiedad. Los intereses de unos y otros chocan
asimismo en el mercado, donde el campesino procura vender más caros los
productos de su trabajo. Todo esto provoca determinadas contradicciones entre
la clase obrera y los campesinos bajo el régimen capitalista.
Los intereses de los obreros y
los campesinos, contradictorios en aspectos particulares, coinciden plenamente
en lo principal. Unos y otros son clases explotadas. Por eso aspiran a liquidar
la explotación, y en esta cuestiona cardinal sus intereses son idénticos.
Esta comunidad de intereses
fundamentales constituye la base objetiva para concertar la alianza de ambos en
la lucha contra el régimen capitalista.
Teniendo presente esa
comunidad de intereses vitales. El Partido Comunistas de la Unión Soviética los cohesionó en
una poderosa fuerza social que derrotó al capitalismo Luego en el procesó de la
edificación del socialismo, fueron superando las contradicciones heredadas del
capitalismo, y de este modo la unidad de los obreros y campesinos en la lucha
común por el socialismo y el comunismo es cada vez más sólida e indestructible 5.
5 Esto fue hasta octubre de 1989, después
de la edificación del Socialismo en la
Unión soviética. Luego en noviembre de 1989, fecha de la
caída de Muro Berlín, los contrarrevolucionarios que estaban al acecho después
de su derrota, en el año 1917 y otros factores, tanto internos como externos,
fueron los que hicieron surgir en un País de héroes, el caótico sistema
capitalista. (ARP)
El carácter de las
contradicciones de la sociedad socialista tampoco es antagónico. A continuación
trataremos esto con más detalle.
Contradicciones fundamentales y no
fundamentales
Desde los objetos y fenómenos más
simples hasta los más complejos llevan simultáneamente implícitas varias
contradicciones. Para orientarse en este enjambre es preciso hallar entre ellas
las fundamentales, las más importantes. La contradicción
fundamental desempeña el papel decisivo y primordial en el desarrollo e
influye en todas las demás contradicciones.
La contradicción fundamental y
decisiva del proceso químico es la
existente entre la asociación y la disociación de los átomos en el proceso
biológico, el carácter contradictorio del metabolismo, etc.
Es de suma importancia encontrar
la contradicción fundamental en la vida social, que redistingue excepcional.
Encontrar esta contradicción fundamental ayuda a las clases progresistas de la
saciedad y a los partidos marxistas a
elaborar una política acertada y a organizar de una manera eficiente la labor
práctica.
Tomemos la sociedad
contemporánea. Tiene muchísimas contradicciones implícitas. En cualquier país
capitalista existe antagonismo entre el carácter social del proceso de producción y la forma privada de
apropiación, entre el trabajo y el capital. Existen contradicciones entre
los países capitalistas por separado, entre grupos y bloques de cada país, etc.
¿Cuál de ellas es la fundamental,
la decisiva?
En la sociedad contemporánea, en
su conjunta, es la que existe entre las fuerzas
del socialismo, encarnada en el
sistema socialista mundial, y las fuerzas
reaccionarias del imperialismo. Esta contradicción se ha convertido
actualmente en la base del desarrollo de la humanidad. Entraña dos líneas, dos
tendencias históricas. Una representada por el sistema mundial del socialismo,
es la línea del progreso, la paz y la creación. La otra, representada por el
imperialismo, es la línea de la reacción, la opresión y las guerras.
Las contradicciones existentes
entre el socialismo y el imperialismo ejercen
inmensa influencia en todo el
curso de la historia universal. Influye en la lucha de clases en los propios
países imperialistas. La existencia del sistema socialista mundial es un serio
obstáculo que impide a los imperialistas desencadenar una nueva guerra mundial. Les impide pisotear impunemente los
derechos soberanos de los pueblos, da seguridad a la justicia de su causa a los
trabajadores de los países capitalistas y los alienta en la lucha contra los
explotadores. A medida que el sistema socialista obtiene éxitos en el desarrollo
económico, político y cultural, aumenta su importancia en la arena
internacional. Por eso, cuando organizan su actividad práctica, los partidos
marxistas tienen en cuenta la influencia de esa contradicción, la más
importante de la actualidad, así como el incremento constante del poderío de
las fuerzas socialistas y el debilitamiento de las imperialistas.
La contradicción existente entre
el socialismo y el imperialismo, que es la fundamental de nuestra época, no
elimina las profundas contradicciones que desgarran al mundo capitalista. El
programa del PCUS recalca: “El sistema
imperialista mundial se ve desgarrado
por profundas contradicciones”. El antagonismo entre el trabajo y el
capital 6, las contradicciones entre el pueblo y los monopolios. El
creciente militarismo, la disgregación del sistema colonial, las
contradicciones entre los países imperialistas, los conflictos y las
contradicciones entre los jóvenes Estados nacionales y las viejas potencias
colonizadoras y, sobre todo, el desarrollo impetuoso del socialismo mundial
minan y destruyen el imperialismo, lo llevan a su debilitamiento y muerte”.
6 Nada ha cambiado en lo antagónico, desde la 3ª edición
de este libro en 1973. Al contrario, todavía se ha acentuado más las contradicciones
antagónicas desde la globalización de la economía, donde la fase superior del
capitalismo: el imperialismo, está en
sus últimos estertores. El imperialismo para poder subsistir acentúa más y más la explotación del
proletariado, sino que ya se empiezan a ver indicios de comerse entre ellos. Pero antes,
así lo confirman los hechos, están
exprimiendo al proletariado con masivos despidos, tanto de trabajadores
privados, como públicos, rebajada injustas de sus salarios, horarios aleatorios
y abusivos, patentes de corso y derecho de pernada, cortes salvajes en Sanidad, Cultura,
Educación, Investigación, etc. (ARP).
Entre las contradicciones internas y externas, entre las antagónicas y no
antagónicas y entre las fundamentales y no fundamentales no hay fronteras absolutas. En realidad, se
enlazan entre sí, pasan de una a otras y desempeñan distinto papel en el
proceso del desarrollo. Por eso cada contradicción se debe abordar de una
manera concreta, teniendo en cuenta las condiciones en que se manifiesta y el
papel que desempeña.
La actividad del Partido
Comunista de la Unión
Soviética se distingue por la excepcional capacidad para enfocar
de manera concreta, teniendo en cuenta las condiciones históricas, las
contradicciones del desarrollo social y destacar las principales, encauzando
las fuerzas y medios fundamentales para resolverlas. Durante los primeros años
del Poder soviético se reveló de manera muy acusada la contradicción entre la
avanzada organización política instaurada en el país y la economía atrasada,
recibida en herencia de la Rusia
zarista. Esta contradicción se resolvió durante los años de lucha por la
industrialización. A medida que ésta se realizaba, se fue agudizando cada vez
más la contradicción entre la industria
socialista y la agricultura atrasada de los pequeños campesinos, que se
resolvió con los esfuerzos del pueblo y del Partido mediante y durante la
colectivización de las haciendas rurales. La solución de estas
contradicciones tuvo una importancia
decisiva del socialismo en la
URSS.
3. CONTRADICCIONES
DE LA SOCIEDAD SOCILISTA
Y MODOS DE SUPERARLAS
Como resultado de la victoria del
socialismo, en la URSS
se liquidaron las clases explotadoras y se suprimieron las causas que
engendraban la explotación del hombre por el hombre y las contradicciones
existentes entre la ciudad y el campo y entre el trabajo intelectual y el
manual. Sobre la base de la comunidad de intereses de obreros, campesinos e
intelectuales se formó la unidad político-social e ideológica del pueblo
soviético. Se consolidó y robusteció la amistad de las numerosas naciones que
integran la Unión Soviética.
A medida que se avanzaba hacia el comunismo se robustece esta unidad, se
aproximan e enriquecen las
nacionalidades y grupos sociales y se suprimen las diferencias existentes entre
ellos. Sin embargo, esto no significa que el socialismo no haya
contradicciones. La sociedad socialista se desarrolla ininterrumpidamente,
donde hay desarrollo existe siempre lo viejo y lo nuevo, lo que nace y lo que
muere, y, por consiguiente, la lucha entre ellos. Lenin escribió que
“antagonismo y contradicción no es los mismo. Lo primero desaparece, pero lo
segundo queda en el socialismo” 7.
7 Recopilación
leninista. XI. 1931. ed. rusa, pág. 357 (Ed.)
Lenin no sólo señaló la
existencia de contradicciones en socialismo, sino que reveló la importantísima
particularidad que representa: su
carácter no antagónico. Esto se explica por la ausencia de clases hostiles
y de explotación en la sociedad socialista y por la existencia de la propiedad
social, que agrupa y cohesiona a la gente. Las contradicciones de la sociedad
socialista, dijo Jruschov, son tradiciones y dificultades de crecimiento
debidas al rápido ascenso de la economía socialista y al aumento de las
demandas materiales y culturales del pueblo. Son contradicciones entre lo nuevo
y lo viejo, entre lo avanzado y lo atrasado.
Estas contradicciones se vencen
con los esfuerzos mancomunados de todos los trabajadores, dirigidos por el
Partido Comunista y el gobierno soviético. La política certera, científicamente
fundamentada del Partido, la unidad del Partido y del pueblo y del apoyo
completo de éste a todas las medidas tomadas por el Partido y el Gobierno
garantiza el descubrimiento oportuno y la superación de dichas contradicciones.
Por eso éstas no llegan a convertirse en conflictos ni adquieren el carácter de
revoluciones sociales. Si en el capitalismo la solución de las contradicciones lleva
a este régimen a la muerte, la superación de las contradicciones del socialismo
vigoriza el régimen socialista y garantiza el feliz desarrollo del país hacia
el comunismo.
En el socialismo existen algunas
contradicciones propias de la producción social, sobre todo, la que surgen
entre las fuerzas de producción y las relaciones de producción.
Durante el desarrollo de la
sociedad socialista aparecen y se resuelven contradicciones entre la economía
nacional en constante crecimiento y las formas y métodos caducos de dirección y
administrativa. Algunas de estas formas y métodos, luego de haber desempeñado
una función positiva, dejan de corresponder, en otras condiciones, a las
exigencias de la vida y pueden convertirse en un freno. De ahí la necesidad de
sustituir los métodos viejos por otros nuevos, más perfectos y eficientes. En
1957, por ejemplo, el Partido y el
Gobierno adoptaron importantes acuerdos de reorganizar la dirección de la
industria y la construcción: el sistema de ministerios centralizados fue
sustituido, en lo fundamental, por consejos económicos (Sovnarjoses) 8 de zonas. Con ello se resolvió la
contradicción existente entre el nivel de la industria y la construcción, así
como los grandiosos objetivos planteados ente ellas, por un lado, y la
organización anticuada de su dirección, por otro. Esta reorganización imprimió
un poderoso impulso al desarrollo de la economía nacional.
8 Sovnarjoses.
Se da este nombre (derivado del ruso sov(iet) nar(odnovo) joz(iaistvo), que
significa ('consejo de economía nacional') al consejo regional de la extinta
Unión Soviética que se encargaba de los asuntos económicos. Se crearon en 1957,
con el objeto de descentralizar -en el marco de reformas económicas,
administrativas y educativas, tras la muerte de Stalin (1953) y el XX Congreso
del PCUS (1955)- la gestión económica nacional que, desde 1928, era
rigurosamente controlada (Enciclonet.com).
La
inmensa mayoría del pueblo soviético participa activamente en la edificación
del comunismo. Sin embargo, aún existen algunos que se aferran a lo viejo, son
partidarios de los antiguos métodos de producción, de normas y procedimientos
técnicos atrasados, etc. También hay portadores de supervivencias del
capitalismo. Los intereses y la conducta de las personas contradicen los de la
mayoría de la sociedad, entorpecen la edificación del comunismo. Esta gente se
reeduca con los esfuerzos del pueblo y del Partido Comunista, y a los más
reacios se les aplican sanciones.
Debe
señalarse que estas contradicciones no dimanan de las naturales del régimen
socialista, sino que son herencia e influencia del capitalismo, defectos
existentes en la labor ideológica y educativa, etc. Son contradicciones
temporales y se resolverán por completo con la victoria del comunismo.
¿Cómo
se manifiestan y resuelven, pues, las contradicciones del socialismo?
El
método o medio para revelarlas es la crítica y la autocrítica. Pero una vez
reveladas, la crítica y la autocrítica no pueden resolverlas por sí mismo. Para
superarlas hacen falta los esfuerzos de todo el pueblo y el trabajo organizador
y educativo del Partido y el Estado. El desarrollo y perfeccionamiento
continuos de la producción, la participación activa de los ciudadanos en la
edificación del comunismo y la labor minuciosa y multifacética del Partido para
educar al hombre soviético, constituyen las vías fundamentales para resolver
las contradicciones de la sociedad socialista.
Además
de sus contradicciones internas, el Estado socialista y todo el campo del
socialismo tienen, en las condiciones actuales, unas contradicciones antagónicas con el sistema
capitalista mundial. Aunque externas, ella ejerce considerable influencia en el
desarrollo de los países socialistas y no se la debe menospreciar 9.
La Unión Soviética
y todos los países dedican daduchos
esfuerzos a resolver esta contradicción por la vía de la paz, en base a la
política de coexistencia pacífica. La
guerra mundial termonuclear causaría victimas y destrucciones colosales y
frenaría muchísimo el progreso de la humanidad. Por eso, evitar una guerra
mundial y mantener la paz en todo el mundo constituye la misión más importante
de todos los hombres horrados del orbe. La lucha por la paz es una condición
indispensable del progreso social y de la feliz edificación del socialismo
y el comunismo.
9 Sin menospreciar la influencia de las
contradicciones externas del capitalismo ejercidas sobre el socialismo; fueron
mucho más dañinas, las contradicciones internas que ejercieron los
contrarrevolucionarios sobre el Estado socialista de la URSS. (ARP)
LEY DEL TRANSITO DE LOS
CAMBIOS CUANTITATIVOS
A CUALITATIVOS
La ley
del tránsito de los cambios cuantitativos
a cualitativos trata de la manera
en que opera el proceso del desarrollo, cuál es su mecanismo.
Para
comprender la esencia de esta ley debemos aclarar, ante todo, qué es calidad y qué cantidad.
1. CONCEPTO DE CALIDAD
Y CANTIDAD
En torno
de nosotros hay muchos objetos y fenómenos de lo más diversos, y todos ellos se
mueven y cambian sin cesar. No obstante, no los confundimos los distinguimos y
los determinados. No lo vemos fundido en una masa gris y amorfa, sino que cada
uno se distingue de los otros por particularidades y propiedades inherentes a
él solo.
Tomemos
por ejemplo, el oro. Tiene color amarillo peculiar, ductilidad y maleabilidad,
posee determinada densidad, capacidad térmica y temperatura de fusión y
ebullición. El oro no se disuelve ni en
los álcalis ni en toda una serie de ácidos, presenta escasa actividad química y
no se oxida en el aire. Todas estas propiedades, tomadas en conjunto, lo
distinguen de otros metales.
Lo que
hace que un objeto sea lo que es, y no otro, y lo distingue de los demás, se
llama calidad.
Todos
los objetos y fenómenos poseen calidad. Eso nos permite determinarlos y
distinguirlos. ¿En qué se distinguen, por ejemplo, lo vivo de lo inanimado? En
su facultad metabólica, en su capacidad para reaccionar adecuadamente a los
agentes exteriores y reproducirse. Este rasgo y algunos otros son su calidad.
Los
fenómenos sociales también se distinguen por su calidad. Así, el capitalismo se
diferencia del feudalismo por el predominio de la producción mercantil, por la
existencia de la propiedad capitalista y el trabajo asalariado y por otros
rasgos.
La
calidad se manifiesta en cualidades. La cualidad
caracteriza una cosa por algún aspecto determinado, en tanto que la calidad da
una idea de conjunto del objeto. El color amarillo, la maleabilidad, la
ductilidad y otros rasgos del oro tomados por separado son sus cualidades juntas son su calidad.
Además
de una calidad determinada, cada objeto posee también cantidad. A diferencia de aquélla, ésta peculiariza al objeto por
el grado de desarrollo o la intensidad
de sus cualidades, así como de su magnitud, volumen, etc. Por lo general, la
cantidad se expresa en número. Tienen
expresión numérica de las dimensiones, el peso y el volumen de los objetos, la
intensidad de sus colores y de los sonidos que emiten, etc.
La
característica cuantitativa es también inherente a los fenómenos sociales. Cada
régimen político-social posee un determinado nivel y un grado de desarrollo de
la producción. Cada Estado dispone de una capacidad de producción y recursos
humanos, energéticos y de materias prima determinadas.
La cantidad y la calidad son un todo único
porque representan aspectos del mismo objeto. Pero entre ellas existen también
grandes diferencias. El cambio de la calidad
cambia el objeto, lo transforma en otro; el cambio de la cantidad, no transforma visiblemente el objeto. Si se destruye la
propiedad capitalista, o sea, el rasgo cualitativo
más importante del capitalismo, sucederá un régimen nuevo, cualitativamente
distinto de él: el socialismo. Pero sí esta propiedad se agranda, centraliza y
concreta en manos de un grupo reducido de monopolistas o del Estado burgués,
como ocurre en el mundo capitalista contemporáneo, no por eso el capitalismo
dejará de ser capitalismo.
La
unidad de cantidad y calidad se llama medida.
Ésta es algo así como la frontera o marco dentro del cual el objeto sigue
siendo lo que es. La “infracción” de la
medida de esta combinación determina de los aspectos cuantitativos y
cualitativos, cambia el objeto, lo transforma en otro. Así, la medida para el
mercurio en estado líquido es una temperatura que va 39º C bajo cero hasta 357
º C sobre cero. Si se desciende a la
primera temperatura el mercurio se solidifica; si sobrepasa a la segunda,
empieza a hervir pasa al estado gaseoso.
Los
fenómenos sociales también tienen expresión cuantitativa
y cualitativa. La base material y técnica del comunismo, por ejemplo, no
sólo se caracteriza por un extraordinario aumento cuantitativo de la producían,
sino también por peculariedades cualitativas: dotación energética integra y
multilateral de la industria, mecanización múltiple y automatización cada vez
más completa de los procesos de producción, aprovechamiento de nuevas fuentes de energía, materias primas
y materiales, unidad orgánica de la ciencia y producción, etc.
En
la cognición y en la actividad práctica
es de suma importancia tener cuenta la unidad de los aspectos cuantitativos y
cualitativos de los fenómenos.
2. EL TRANSITO DE LOS CAMBIOS CUATITATIVOS
A CUALITATIVOS, LEY DEL DESARROLLO
Como
queda dicho, el cambio de la cantidad dentro de ciertos límites no cambia el
estado cualitativo del objeto. Pero en cuanto se rebasan esos límites o se
infringe la media los cambios cuantitativos que antes parecían poco
importantes, originan necesarimente transformaciones radicales, cualitativas.
La cantidad se convierte en calidad. Marx escribió que “el proceso del desarrollo…. de los cambios puramente cuantitativos se
truecan en diferencias cualitativas” 10.
10 C. Marx. El Capital, t. I. ed. cit., pág. 248. (Ed).
El
tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos es una ley universal del desarrollo del mundo material.
Veamos,
pues, cómo actúa en distintos dominios de la realidad.
La
física moderna ha establecido que algunas partículas “elementales” se puedan
trasformar en otras cualitativamente distintas, con la particularidad de que
ese proceso está siempre vinculado con determinadas acumulaciones
cuantitativas: se opera sólo en el caso de que las partículas tengan un nivel de energía suficientemente
alto.
Las
numerosas conversiones de sustancia de un estado de agregación en otro (de
sólido en líquido, de líquido en gaseoso, etc.) son una manifestación muy
frecuente de la ley de tránsito de los cambios cuantitativos a
cualitativos. Así, al calentar el agua a una temperatura superior a 100º se
trasforma en otra calidad: vapor. Las cualidades del vapor son distintas de las del agua. Por
ejemplo, no puede disolver la sal ni el azúcar, en tanto que estas sustancias
se disuelven en agua.
En el
mundo orgánico también se produce el tránsito de los cambios cuantitativos a
cualitativos; aunque en él es mucho más difícil advertir que lo cambios de
calidad se deben a acumulaciones cuantitativas. El académico soviético Lisenko 11
ha establecido que las plantas atraviesan en su desarrollo dos fases
cualitativamente distintas: la vernalización y de la iluminación, y que el
tránsito de una fase a otra se debe al cambio de la cantidad de calor, humedad
y luz en las condiciones exteriores.
11 Trofim Denísovich Lysenko fue un
ingeniero agrónomo soviético quien, durante la década de los años 1930, condujo
una campaña de ciencia agrícola, conocida como lysenkoísmo. Nació el 29 de
setiembre de 1889, en Karlivka (Ucrania), y falleció el 20 de noviembre de
1976, en Moscú (Unión Soviética) (ARP)
El
proceso del tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos también se
opera por doquier en el desarrollo social. El paso del capitalismo al
socialismo, por ejemplo, que ocurre mediante
la revolución socialista, tiene determinadas premisas cuantitativas: el
incremento de las fuerzas productivas, el aumento del carácter social de la
producción y del número del proletariado revolucionario, etc.
En la
realidad objetiva se opera también el proceso
inverso: un aumento de la calidad debido a los cambios cualitativos. Por
ejemplo, el cambio radical, cualitativo, del régimen social—sustitución del
capitalismo por el socialismo—causó una alteración considerable de los índices
cuantitativos: aumento del volumen de la producción industrial y agrícola, incremento
del ritmo del desarrollo económico y cultural, ascenso de la renta nacional y
de los salarios, etc.
Los cambios
cuantitativos y cualitativos están, por tanto, ligado entre sí y dependen unos
de otros.
Unidad
de la continuidad y la discontinuidad
(salto)
en el desarrollo
Los
cambios cuantitativos presentan un carácter relativamente lento, continuo,
mientras que las trasformaciones cualitativas se interrumpen, tiene la forma de
saltos. El desarrollo se mantiene, pues, como la unidad de dos formas o fases
distintas, pero interdependientes: continuidad y discontinuidad (formas de
saltos) 12.
12 La continuidad y la discontinuidad no son
inherentes únicamente al desarrollo, sino también al estado de la materia. Como
ya sabemos, ésta posee propiedades ondulatorias (continuas) y corpusculares
(discontinuas). (Ed.)
La continuidad en el desarrollo es una fase
de acumulaciones cuantitativas lentas
e imperceptibles. No afecta a la calidad del objeto, sino que introduce en él
insignificantes cambios cuantitativos y constituye un proceso de aumento o
disminución de lo existente.
La discontinuidad o salto es una fase de
cambios cualitativos radicales del
objeto, un momento o período de trasformación de la calidad vieja en otra
nueva. A diferencia de los cambios cuantitativos, lentos y ocultos, el salto es
un cambio más o menos manifiesto, relativamente rápido de la cualidad del objeto. Estos cambios se
operan con relativa rapidez, incluso cuando las trasformaciones cualitativas
adquieren la forma de tránsito gradual.
Los
saltos tienen inmensa importancia en el proceso del desarrollo puesto que ellos
destruyen lo viejo y origina lo nuevo.
Como el
desarrollo es siempre una unidad de cambios
cuantitativos (continuos) y
cualitativos (en forma de saltos),
estas dos fases del desarrollo se deben tener en cuenta en la actividad
práctica y cognoscitiva. Ignorar cualquiera de ellas lleva a la metafísica 13.
13. * Parte de la filosofía que
trata del ser, de sus principios, de sus propiedades y de sus causas primeras.
** Conjunto de pensamientos o
consideraciones profundos que se realizan acerca de un tema de forma
especulativa.
*** Etimológicamente, la palabra proviene del
griego tardío μετὰφυσικά (metafísica), que significa ‘más allá de la física’.
El origen de este vocablo se atribuye a Andrónico de Rodas (siglo I), quien, al
ordenar los libros de Aristóteles, no consiguió clasificar los que componen la Metafísica dentro de la
lógica, la moral o la física, de modo que resolvió ponerlos después de aquellos
que trataban de física. No obstante, la metafísica como tal es anterior a
Aristóteles, y ya aparece en filósofos presocráticos o en el mismo Platón. (ARP)
Es
característica de los metafísicos negar los cambios cualitativos y reducir el
desarrollo de acumulaciones cuantitativas imperceptibles. Ejemplo de semejante
concepción del desarrollo en la biología
es el preformismo, cuyos representantes (entre ello el ya citado Robinet)
consideran que le embrión es un organismo adulto, completamente desarrollado,
pero de tamaño microscópico. El desarrollo del organismo sería un simple
crecimiento, un aumento de magnitud del embrión. En realidad este experimenta
en su desarrollo profundos cambios cualitativos.
Los
ideólogos burgueses y con ellos los revisionistas también tratan de explicar el
desarrollo social desde posiciones metafísicas similares. Lo comprenden como
una continuidad pura, sin saltos, sin virajes revolucionarios. Con ello niegan
la necesidad de la revolución
socialista.
Igualmente
erróneo es desdeñar los cambios cuantitativos y reducir el desarrollo a los
saltos, a la interrupción del movimiento gradual, como hizo, por ejemplo,
Cuvier 14. Según él, en la tierra se sucedieron, uno tras otro,
cataclismos que motivaron la sustitución total de las viejas especies vegetales
y animales por otras nuevas. Además Cuvier negó toda vinculación entre las
especies parecidas y las desaparecidas 14.
14 Georges Léopold Chrétien Frédéric Dagobert
Cuvier barón de Cuvier fue un naturalista francés. Fue el primer gran promotor
de la anatomía comparada y de la paleontología. Nació el 23 de agosto de
1769, en Montbéliard
(Francia), y falleció el 13 de mayo de 1832, en París (Francia)
(ARP)
La negación de los cambios cualitativos sirve de base
teórica al anarquismo, corriente pequeñoburguesa hostil al marxismo. Los
anarquistas desdeñan la labor escrupulosa y prolongada con el fin de reunir fuerzas, organizar a las
masas y prepararlas poco a poco par las acciones revolucionarias. La táctica de
los anarquistas, que ha inferido
graves daños al movimiento obrero, es propia de aventureros y conspiradores.
La dialéctica marxista exige que se tenga en cuenta las
formas continuas y los saltos en el proceso del desarrollo. Es de singular
importancia tomar en consideración su unidad el desarrollo social. Puesto que
el salto, la revolución, es de alcance decisivo en el desarrollo de la
sociedad, el tránsito del capitalismo al socialismo no se puede efectuar por medio de cambios cuantitativos lentos,
por la vía de las reformas, sino sólo mediante una trasformación cualitativa
del régimen capitalista como resultado de la revolución socialista.
El Partido Comunista de la Unión Soviética es un partido
consecuentemente revolucionario. Testimonio de ello es toda su historia. Desde
sus primeros pasos se orientó hacia la trasformación revolucionaria de la
sociedad y la realizó. Aseguró la destrucción del capitalismo y la victoria del
socialismo, régimen cualitativamente nuevo, y actualmente encabeza 15 la lucha del pueblo
por la victoria del comunismo.
15 El Partido Comunista de la Unión Soviética , encabezó la
trasformación como régimen cualitativo nuevo, desde su fundación, el 30 de diciembre
de 1922, hasta el 26 de diciembre de 1991, fecha de su abolición. Ya en la caída del muro de Berlín
acaecida en 1989, estaban al acecho las
aves de rapiña para apoderarse de las riquezas del país, como: los
oportunistas, arribistas, revisionista y contrarrevolucionarios, enemigo
internos y acérrimos de la URSS. En la actualidad la
trasformación y la riqueza del país está en cabezada por unos pocos privilegiados, en detrimento de
la mayoría de los ciudadanos, como ocurre en los países capitalistas. (ARP)
No
obstante, la revolución es imposible sin una preparación previa; por eso el
Partido preparó concienzudamente las trasformaciones revolucionarias, reunió
fuerzas y creó las condiciones necesarias para dar el viraje revolucionario
decisivo. Sirva de ejemplo la preparación y ejecución de la Gran Revolución Socialista de
Octubre. En las dificilísimas condiciones que imperaba bajo el régimen zarista.
El partido organizó a los obreros, los templó ideológicamente, acumuló fuerzas
y ganó influencias en las amplias masas de los trbajadores. Cuando se dieron
las premisas necesarias para empezar la revolución. El Partido condujo intrépidamente
a la clase obrera y sus aliados por la senda de la trasformación revolucionaria
de la sociedad.
En
resumen: La cantidad y la calidad son
rasgos inherentes a todos los objetos y fenómenos. Ambos están vinculados entre
sí, y en proceso de los desarrollos de los cambios cuantitativos graduales e
imperceptibles se convierten en cambios radicales cualitativos. Este paso
se realiza en forma de salto.
Tal es
la ley dialéctica del tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos.
Como
hemos visto, el salto es una forma obligatoria y universal de tránsito de los
cambios cuantitativos a cualitativos, pero, como en el mundo existen objetos y
fenómenos muy diversos, los saltos también son multiformes. Detengámonos más
detalladamente es esta cuestión.
3. CARÁCTER MULTIFORME
DEL TRÁNSITO DE LA
CALIDAD
El
rasgo fundamental de todo el salto en el viraje cardinal operado en el
desarrollo, la formación de una nueva calidad. Sin embargo, en distintos
objetos este viraje se produce de distinta manera. La forma del salto indica de
qué
manera se produce el tránsito
de lo viejo a lo nuevo: rápidamente, íntegramente, súbitamente, gradualmente o por partes. Algunos saltos
trascurren en forma brusca y rápida.
Otros se realizan con menos rapidez y
brusquedad. En este caso la vieja calidad no pasa súbita ni íntegramente
a la nueva, sino por partes: los elementos de lo viejo se extinguen poco a poco
y son sustituidos con la misma lentitud por elementos de la nueva calidad. Este
cambio cualitativo paulatino, no debe
ser confundido con la acumulación de cuantitativa gradual, por muy gradual
que sea su curso, este salto constituye un cambio mucho más rápido y
perceptible que el cambio cuantitativo, más intenso. Además de los cambios cuantitativos graduales no afecta la esencia
ni la naturaleza del objeto, mientras que cualquier salto, incluido el general,
siempore es un viraje decisivo en el desarrollo, trasforma el objeto y la
trueca en otra calidad nueva.
¿De que
depende loa forma del salto?
Ante
todo del carácter del fenómeno en
desarrollo. Cada fenómeno se trueca en otro nuevo de manera particular. Por
ejemplo, la trasformación cualitativa de las partículas “elementales” sucede
por explosión. Apenas chocan un electrón y un positrón con energías bastante
altas, se produce una explosión que atestigua el trueque de las partículas
primarias en otras nuevas (fotones). Con la misma rapidez se opera la
trasformación de los elementos químicos, aumentando disminuyendo la magnitud de
la carga de los núcleos atómicos.
En la
naturaleza orgánica, por regla general, presentan carácter paulatino. La
aparición de nuevas especies depende del medio exterior. Este medio que
circunda a los organismos, cambia lentamente, paulatinamente. Esto explica el
hecho de que las nuevas especies de plantas y animales no se den enseguida,
sino en el proceso de un desarrollo prolongado, durante el cual los organismos
van adquiriendo poco a poco y trasmitiéndose por herencia nuevas propiedades
que responde a las condiciones modificadas del medio, y perdiendo las viejas,
que han dejado de corresponder a esas nuevas condiciones.
Como
sabemos, el hombre también surgió en el curso de un largo proceso. Sin embargo, a
pesar del carácter gradual de la trasformación del mono antropomorfo en hombre,
ésta fue un salto grandísimo, un punto de viraje en el desarrollo del reino
animal. Con ella comenzó la existencia de la sociedad humana.
La
forma del salto depende asimismo de las condiciones
en que trascurre el proceso. En la desintegración radiactiva, por ejemplo, la
trasformación de los núcleos de unos
elementos químicos en otros más ligeros, va acompañada del tránsito de la
energía atómica a térmica. Este tránsito según sean las condiciones, puede
presentar formas de explosión (en la bomba atómica) o de trasformación gradual
de la energía del átomo en calor (en los reactores de las centrales atómicas
eléctricas).
En el
desarrollo social el paso de la vieja a la nueva calidad se puede realizar
tanto en forma rápida e impetuosa como gradual.
16 Esto no fue posible realizarlo puesto que
desde 1991, año de la abolición de la
URSS , la burguesía se instauró de nuevo en Rusia llevando
consigo todas las lacras del capitalismo. (ARP)
Otra
forma de salto es, por ejemplo, la revolución cultural realizada en la
URSS. Es también un tránsito revolucionario
a una nueva cultura, la socialista, pero no se realizó de golpe, sino paso a
paso, a medida que avanzaba la construcción socialista. La etapa culminante de
la revolución cultural es el desarrollo de la cultura en el período de la edificación de sociedad
comunista en todos los frentes.
Es muy
importante tener en cuenta las particularidades
de los saltos en la actividad práctica. De lo contrario, no se podrán
encontrar las vías acertadas para pasar de lo viejo a lo nuevo.
Actualmente
ha adquirido excepcional importancia la cuestión de la forma de tránsito del
capitalismo a socialismo en distintos países. Indudablemente, este paso se puede realizar únicamente por
medio de la revolución socialista. Sin salto cualitativo, sin revolución, el
tránsito al socialismo es imposible. Sin embargo, la forma concreta que adopta
la revolución en cada país depende del nivel de su desarrollo, de la fuerza de
organización de la clase obrera y de sus aliados, de las tradiciones y
costumbre de su pueblo, de la fuerza de la burguesía, del grado de su
resistencia y de varios factores interiores y exteriores.
La
experiencia de la construcción del socialismo en la Unión Soviética y en otros
estados socialistas atestiguan que el desarrollo de la revolución socialista no
puede presentar las mismas formas en distintos países; y en los sucesivos, esta
formas serán cada vez más variadas.
4. ACERCA DEL CARÁCTER DE LOS CAMBOS
CUALITATIVOS
EN EL TRANSITO DEL SOCIALISMO AL COMUNISMO
La
sociedad comunista atraviesa dos fases en su desarrollo: el socialismo y el
comunismo.
Socialismo
y comunismo son dos etapas de una misma formación
económica-social, que se distinguen por el grado de desarrollo económico y por
la madurez de las relaciones sociales. Tienen de común la base económica: la
propiedad social de los medios de producción, las relaciones de amistad y ayuda
mutua entre los hombres, que dimanan de esa propiedad, y una ideología
comunista única. Tanto en el socialismo como en el comunismo rige la ley del desarrollo proporcional y
planificado de la economía nacional. Para el socialismo y el comunismo son
también comunes el fin de la producción social, que es satisfacer de la manera
más completa las demandas culturales y materiales de los trabajadores, y el
medio para conseguir este fin: desarrollar y perfeccionar constantemente la
producción en base a una técnica superior.
Al
mismo tiempo, entre el socialismo y el comunismo existen diferencias
cualitativas. El comunismo es una fase más alta y perfecta de la formación
socialista. La producción altamente mecanizada y automatizada alcanzará en el
comunismo un nivel de excepcional altura. El de la producción será tal alto,
que permitirá pasar (“de cada cual según su
capacidad; a cada cual, según su trabajo”), al principio comunista
cualitativamente nuevo (“de cada cual según su capacidad; a cada
cual, según sus necesidades”). Cambiará también considerablemente el
carácter del trabajo. Todos los miembros de la sociedad experimentarán la
necesidad intrínseca de trabajar voluntariamente y según sus aptitudes para el
bien de la comunidad.
Con la
victoria del comunismo se operarán serios cambios cualitativos no sólo en la
economía, sino también en las relaciones sociales, en la vida y en la
conciencia de los hombres. Desaparecerán las diferencias esenciales entre la
ciudad y el campo, y luego entre las personas dedicadas al trabajo intelectual
y al trabajo manual; todos los ciudadanos del país se convertirán en
trabajadores de la sociedad comunista. En el comunismo se extinguirá el Estado;
sus funciones administrativas pasarán a ser una autogestión social comunista:
se superará totalmente las supervivencias del capitalismo en la conciencia de
la gente 17 y cambiará su
género de vida
17 El enemigo de la URSS era y fue más interno (ver nota 16), que externo; esto
unido a la falta de tiempo y a los errores cometidos por el PCUS para
concienciar a la gente, no fue posible superar la supervivencia del capitalismo
en la URSS.
Aunque el comunismo se distingue
del socialismo, dimana por ley natural
y por necesidad del socialismo
consolidado y se desarrolla en base a las grandes conquistas obtenidas en la
esfera de la cultura material y espiritual. Hoy en día existen ya muchos rasgos
perceptibles y ostensibles de comunismo en la sociedad soviética. Repropagan
cada vez más las formas comunistas de
trabajo y organización de la producción, tales como el movimiento masivo de los
trabajadores por el progreso técnico, la
automatización y mecanización de la producción, por adquirir profesionales
afines con el objeto de que los obreros se puedan sustituir y ayudar
mutuamente con eficacia, por realizar un
trabajo colectivo y comunista, por liquidar el atraso en determinados sectores
de labor, talleres y fábricas. Se practican cada vez más las formas sociales de
satisfacer las demandas materiales y espirituales de los trabajadores, como
alimentación pública, las escuelas de internados, los jardines de la infancia,
las casa-cuna, etc. Estos rasgos seguirán desarrollándose y perfeccionándose en
lo sucesivo.
El proceso del tránsito al
comunismo se produce conservado y perfeccionando las conquistas alcanzadas por
la economía y la cultura del socialismo. Por eso no se manifiesta en forma de
revolución social ni de salto repentino, sino de manera gradual, continua.
El paso al principio comunista de distribución, por ejemplo, no se
realiza del golpe, sino paulatinamente, por etapas consecutivas. En la primera etapa (1961-1970), como se
indica en el programa del PCUS, el nivel del bienestar material de los miembros
de la sociedad se elevará tanto, que todos los trabajadores tendrán cubiertas
todas sus necesidades. En la segunda
etapa (1971-1980), cuando esté creada
la base material y técnica del comunismo, toda la población tendrá
asegurada la abundancia de los bienes materiales, y la sociedad se aproximará a
la aplicación del principio de la distribución
según sus necesidades.
El programa señala también el
camino gradual del principio de la distribución socialista a comunista. Este
camino es el aumento y aplicación incesantes entre los miembros de la sociedad,
combinados con la distribución según el
trabajo realizado. Actualmente se distribuye ya por conducto de los fondos
una parte considerable de bienes materiales y culturales. Tales son, por ejemplo,
los gastos del Estado en la enseñanza, la sanidad, la cultura, el deporte, etc.
En lo sucesivo, a medida que se acreciente la base material y técnica del
comunismo, esta forma de distribución se irá desenvolviendo constantemente e
irá desplazando paso a paso el principio socialista según el trabajo realizado.
Con el tiempo irán predominando,
también de la misma manera gradual, los estímulos morales del trabajo, que ya hoy arraigan
firmemente den la actividad laboral de los soviéticos. La transferencia de las
funciones administrativas del Estado a las organizaciones sociales y la
trasformación de la conciencia y la vida de los constructores del comunismo
tampoco son obras que se puedan ejecutar de golpe.
El tránsito del socialismo a
comunismo es, pues, un proceso ininterrumpido
de perfeccionamiento y desarrollo de las relaciones socialistas de
producción, un proceso de extinción gradual de la formas viejas de vida y
surgimiento de otras nuevas, de entrelazamiento e interdependencia de las
mismas. Este tránsito gradual es incompatible con el apresuramiento
infundado y la aplicación prematura de
los principios del comunismo. Las nuevas formas de actividad económica,
organización social y vida de la gente se consolidan de manera consecuente,
paso a paso, a medida que maduran las condiciones materiales y espirituales
imprescindibles.
El carácter incesante del
tránsito al comunismo está sujeto a leyes y responde a la propia naturaleza del
régimen socialista. En el socialismo no hay fuerzas de clase que se oponga al
avance de la sociedad hacia el comunismo. La actividad conciente y planeada del
Partido y el Estado soviético asegura la solución oportuna de las
contradicciones que surjan en el curso de este movimiento. Con ello quedan
excluidos las conmociones sociales y los virajes súbitos en la vida de la
sociedad, adquiriendo el desarrollo un carácter gradual e ininterrumpido.
Carácter gradual no implica, en
abosoluto, lentitud den el desarrollo. El tránsito al comunismo, por el
contrario, es un proceso de desenvolvimiento económico y cultural de
extraordinario rapidez. En lo sucesivo, como se desprñeende del nuevo Programa
del PCUS, trascurrirá con mayor celeridad aún, sobre la base de un alto nivel
del desarrollo de las fuerzas
productivas y de una participación aun más activa de los millones de
trabajadores en la edificación del comunismo.
La ley de la negación de la
negación indica la dirección general, la
tendencia, del desarrollo del mundo material.
Para comprender su esencia
y alcance se debe aclarar, ante todo, qué es negación dialéctica y qué lugar ocupa en el proceso del desarrollo.
1. NEGACIÓN DIALECTICA Y SU PAPEL EN EL PROCESO
DEL DESARROLLO
En cualquier campo de la realidad
material se opera constantemente el proceso de muerte de lo vejo y nacimiento
de lo nuevo. Esta sustitución de lo que muere por lo que nace, constituye el desarrollo; y el vencimiento de lo viejo
por lo nuevo, que surge a base de lo viejo, se llama negación.
Fue Hengel quien introdujo en
filosofía este término, pero imprimiéndolo un sentido idealista. Según Hegel, la negación se basa en el desarrollo
de la idea, del pensamiento.
Marx y Engels conservaron el
término interpretándolo de manera materialista. Demostraron que la negación
constituye un momento inseparable del desarrollo de la realidad material. “En
ninguna esfera puede existir desarrollo que no niegue sus formas precursoras de
existencia”, escribió Marx 18. El desarrollo de la corteza
terrestre, por ejemplo, pasó varias épocas geológicas, cada una de las cuales
era una determinada negación de la
anterior, sobre cuya base había surgido. En el mundo orgánico cada especie
nueva de planta o animal, surgida a base de la vieja, es al mismo tiempo su negación. La historia de la sociedad
constituye también una cadena de negaciones
de viejos regímenes sociales por nuevos: la sociedad primitiva fue negada por
la esclavista; la esclavista, por la feudal; el feudalismo por el capitalismo;
y el capitalismo, por el socialismo. La negación
es también inherente al desarrollo del conocimiento, de las ciencias.
18 C. Marx y F. Engels, Obras, t. 4, ed. rusa, pág. 297 (Ed.)
La negación no es exterior al objeto o fenómeno. Es el resultado de su
propio desarrollo interior. Los objetos y fenómenos, como sabemos son
contradictorios y, al desarrollarse a base de las contradicciones internas,
crean ellos mismos las condiciones de su propia destrucción para pasar a otra
calidad nueva, superior. La negación es
precisamente la superación de lo viejo a
base de las contradicciones internas, resultado del autodesarrollo y
automovimiento de los objetos y fenómenos. De este modo, el socialismo sucede
al capitalismo como resultado de la resolución de las contradicciones
inherentes al régimen capitalista.
Concepción dialéctica y concepción
metafísica de la negación
La dialéctica y la metafísica entienden de distinta manera
la esencia de la negación. Tergiversando el proceso del desarrollo de la
realidad material, la metafísica la entiende como repulsa y destrucción
absoluta de lo viejo. Lenin denominó “desnuda” y “vana” esa interpretación de
la negación, puesto que excluía toda posibilidad de desarrollo sucesivo.
De esta manera entendían la
negación los representantes de la corriente pequeñoburguesa del “Proletkut” 19, que
exhortaron durante los primeros años del Poder soviético a desechar la cultura
creada durante el régimen burgués y crear otra nueva, una cultura proletaria,
sobre un terreno completamente desnudo, pelado. Semejante manera de entender la
negación no sólo no contribuye al
desarrollo, sino que infiere un daño irreparable a la causa del progreso. Por
eso al criticar a los adeptos del “Proletkut”, Lenin recalcó: la necesidad de aprovechar la herencia
cultural del pasado, considerando que se puede crear una cultura verdaderamente
proletaria, socialista, únicamente estudiando con sentido crítico esa herencia.
19 Denominación
abreviada de la sociedad cultural voluntaria (“Cultura proletaria”), que
existió de 1917 a 1932. Los teóricos del “Proletkut” propagaban concepciones
ajenas al marxismo sobre la cultura y el arte. (Ed.)
La dialéctica marxista descubre
la verdadera esencia de la negación
dialéctica. Lenin consideraba que lo peculiar de la dialéctica marxista no
es la negación “desnuda” y “vana”, sino la negación “como momento del desarrollo, conservando lo positivo”.
La concepción dialéctica de la negación se basa en que lo nuevo no
destruye totalmente lo viejo, sino que conserva
lo mejor. Y no sólo lo conserva, sino que lo trasforma y eleva a un grado
más alto. En efecto, los organismos superiores, al negar los inferiores, a base
de los cuales surgieron, conservan la estructura celular, el carácter selectivo
del reflejo y otros rasgos inherentes a ellos. El nuevo régimen social, al negar
lo viejo, conserva sus fuerzas productivas y adelantos científicos, técnicos y
culturales. La vinculación de lo nuevo con lo viejo se verifica en el
conocimiento científico.
Así, pues, la concepción marxista
de la negación reconoce la sucesión, la vinculación de lo nuevo con do viejo,
en el proceso del desarrollo. Pero se debe tener en cuenta que lo nuevo jamás
recibe enteramente lo viejo en su forma anterior. Conserva sólo algunos
elementos o aspectos, sin agregárselos mecánicamente, sino asimilándolos y
trasformándolos de acuerdo con su propia naturaleza. La dialéctica marxista
exige que se enfoque de manera crítica la experiencia pasada de la humanidad y
expresa la necesidad de aprovecharla de modo creador y tener rigurosamente en
cuenta las nuevas condiciones y tareas de la práctica revolucionaria. La
filosofía marxista, por ejemplo, no ha admitido simplemente las conquistas del
pensamiento filosófico del pasado, sino que las ha estudiado con un sentido
crítico, las ha enriquecido con las nuevas conquistas de la ciencia y de la
práctica y ha elevado la filosofía a un grado cualitativo nuevo, superior.
El conservador más celoso de las
mejores conquistas del pasado es la clase obrera, su partido marxista. Al
llegar al Poder, el proletariado no sólo utiliza hábilmente las conquistas de
las épocas precedentes, sino que el curso de la construcción de la nueva
sociedad alcaza éxitos inauditos en todas las esferas de la economía, la
ciencia y la cultura.
3. CARÁCTER PROGRESIVO
DEL DESARROLLO
El desarrollo como progreso
Queda claro, pues, que, como
resultado de la negación, se resuelve
una contradicción, se destruye lo viejo
y consolida lo nuevo. Pero ¿cesa ahí el
desarrollo? No, éste no se interrumpe con el nacimiento de lo nuevo. Lo
nuevo es eternamente nuevo. Al desarrollarse, prepara premisas y condiciones
para el nacimiento de algo más nuevo y avanzado. Tan pronto como ellas maduran,
vuelve a manifestarse la negación. Esta es la negación de la negación, o sea, la negación de lo antes venciera a
lo viejo, la sustitución de lo nuevo por algo más nuevo: lo novísimo. El
resultado de esta segunda negación vuelve a ser d vencido y así sucesivamente.
El desarrollo se manifiesta, pues, como incontable multitud de negaciones que
se suceden unas a otras, como una infinita sustitución y superación de lo viejo
por lo nuevo.
Como toda fase superior del
desarrollo niega en las inferiores lo caducado recibiendo y multiplicando al
mismo tiempo las conquistas alcanzadas en las fases inferiores, el desarrollo
adquiere a su totalidad un carácter progresivo,
ascendente. El progreso es precisamente la dirección general que
peculiariza el desarrollo dialéctico.
El progreso se produce en todos
los campos de la realidad. Examinemos, aunque se a grandes rasgos, el
desarrollo progresivo de nuestro planeta.
Como ya se ha dicho, el material
inicial que formó los planetas del sistema solar, incluida la tierra, fue la
materia en estado gaseoso-pulverulento, en la que estaban incluidos los
elementos químicos más simples. Durante el desarrollo de la naturaleza estas
sustancias se fueron haciendo cada vez más complejas. Así, surgió la naturaleza
viva orgánica. Los organismos vivos también se desarrollaron de lo simple
a lo complejo: de las formas
precursoras de la célula a la célula, de los organismos unicelulares a los
animales más completos cuya evolución permitió la aparición de los monos
antropomorfos y, posteriormente, del hombre. Con la aparición del hombre
comienza el proceso del desarrollo social. Los regímenes del comunismo primitivo,
esclavista, feudal, capitalista y socialista, fueron etapas consecutivas del desarrollo progresivo de la sociedad.
La particularidad más importante
del progreso en la sociedad es el incremento
constante del ritmo del desarrollo. El proceso de surgimiento del hombre
empezó aproximadamente hace un millón de años. Si se tiene en cuenta que el
hombre moderno apareció hace apenas
algunos milenios, se puede uno imaginar qué ritmo tan lento ha seguido
el proceso de su formación. El progreso de las sociedades esclavista y feudal fue
más rápido, a pesar de que también se prolongó varios milenios. El capitalismo
se desarrolla con celeridad mucho mayor que el feudalismo. Con el tránsito al
socialismo, el ritmo económico y cultural se ha acelerado enormemente. En lo
futuro, cuando la humanidad se libre de las relaciones capitalistas, que frena
el progreso, y tenga la posibilidad de aplicar todos los medios para dominar
las fuerzas de la naturaleza, el ritmo del desarrollo alcanzará proporciones
inauditas.
Carácter espiral del desarrollo
El carácter progresivo del
desarrollo e el rasgo principal, pero no el único, de la ley de la negación de la
negación. Esta ley no caracteriza el desarrollo como un movimiento rectilíneo, sino como un movimiento
extraordinariamente complejo, algo así como un proceso en forma de espiral en el que se repiten en cierto modo las etapas recorridas y se
retrocede, en cierto sentido, hacia el pasado. Lenin recalcó este importante
rasgo de la dialéctica: “Es un desarrollo que parece repetir las etapas ya
recorridas, pero de otro modo, sobre una base más alto (“la negación de la negación”); un desarrollo que no discurre en
línea recta, sino es espiral…. 20.
20 V.I. Lenin,
Carlos Marx y Federico Engels, Moscú, ed. en español, pág. 14. (Ed.)
El carácter espiral del
desarrollo es propio de distintas esferas de la realidad.
Tal vez una de las
manifestaciones más patentes de esta particularidad del desarrollo de la
naturaleza inanimada sea la ley periódica de los elementos químicos de Mendeléiev, ya, mencionada.
En el sistema periódico de Mendeléiev los elementos
están dispuestos según la magnitud de la carga positiva de sus núcleos
atómicos. Forman periodos y grupos, en lo que se observa determinada repetición
de sus propiedades. Tomemos el segundo período, que empieza por el litio, un
elemento de propiedades metálicas muy
acusadas, un metal alcalino. A medida que crece la carga del núcleo de los
elementos que les sigue, las propiedades metálicas peculiares van diminuyendo
paulatinamente y aumentando las no metálicas. Al final del período se encuentra
ya un metaloide claramente manifiesto, el flúor, y un gas inerte, el neón. El
período consecutivo, que es el terreno, vuelve a empezar por un metal alcalino
(sodio) y acaba por un metaloide, el cloro, un gas inerte, el argón. Lo mismo
vuelve a repetirse en los periodos subsiguientes, en los que las propiedades
metálicas son negadas por las no metálicas; y luego, al pasar a otro período,
esta últimas vuelven a ser negadas por las propiedades de los metales. Ocurre
algo así como un retorno a lo viejo: la
negación de la negación.
Este sistema de elementos se
puede representar esquemáticamente en forma de espiral ascendente. La
repetición de las produce se produce a
través del aumento constante del número de elementos (en el primer período,
dos; en el segundo, ocho; y así sucesivamente) y discurre sobre una base
cualitativamente distinta: los elementos del nuevo período tienen el núcleo con
mayor, una estructura más compleja y nuevas propiedades.
El desarrollo en espiral se observa también en el mundo orgánico.
Engels demostró la acción de esta ley con el ejemplo del desarrollo de un grano
de cebada. De
la semilla puesta en condiciones propicias, brota el tallo, que la negación del
grano, Luego, en el tallo crece la espiga con nuevos granos, que niegan el
tallo, es decir, son la negación de la negación. Con ello se produce
cierto retorno al punto de partida, al grano, pero sobre otra base. Los nuevos
granos se distinguen del que fue sembrado no sólo por la cantidad (de una han
salido diez a veinte), sino también, a menudo, por sus propiedades. En este
caso se da también un proceso en espiral. En la base hay un grano, del que
crecen luego varios y estos, a su vez, dan origen a mayor cantidad aun.
El desarrollo en espiral tiene
lugar también en la vida social.
La primera forma de organización
fue el régimen de la comunidad primitiva. Fue una sociedad sin clases, basada
en la posición común de los medios de producción, sumamente rudimentarios. El desarrollo
sucesivo de la producción llevó a la negación de este régimen por la sociedad
esclavista, dividida en clases. Luego
ésta fue sustituida por el feudalismo; y el feudalismo, por el capitalismo. Al
capitalismo ha sucedido el socialismo, primera fase del comunismo. Esto ya es
algo así como la negación de la negación, el retorno, en cierta medida,
al puntote arranque del desarrollo, pero sobre una base completamente distinta,
cualitativamente nuevo
Como vemos, la negación de la negación peculiariza cierta reiteración cíclica en el
desarrollo progresivo de la materia. Sin
embargo, debemos recalcar que la repetición de las etapas ya recorridas no es
un retorno literal a lo viejo, sino la afirmación de lo nuevo, que menudo guarda con lo viejo sólo un parecido
exterior, formal y se distingue radicalmente de él por su naturaleza interna.
El sodio, por el que empieza el tercer período de Mendeléiev, se incluye, como el litio, en el grupo de los metales
alcalinos, pero tienen una organización más completa y propiedades inherentes a
él solo.
La propiedad social dominante en
el socialismo parece reproducir la propiedad comunal de la sociedad primitiva,
pero la reproduce sobre una base material y espiritual completamente nueva, que
no se puede comparar con la del régimen de la comunidad primitiva.
En síntesis, el desarrollo se produce negando lo viejo por lo nuevo y lo inferior
por lo superior, y adquiere un carácter progresivo, puesto que lo nuevo, al
negar lo viejo, conserva y desarrolla sus rasgos positivos. Al mismo tiempo se
produce en espiral, repitiendo en las fases superiores algunos aspectos y
rasgos de las inferiores.
Tal, es la esencia de la ley dialéctica de la negación de la negación.
4. ACCIÓN DE LA LEY
DE LA NEGACIÓN DE
LA NEGCACIÓN
EN EL SOCIALISMO
Esta ley rige también en la
sociedad socialista, pero su acción presenta ciertas particularidades.
El dominio de la propiedad
socialista, la ausencia de clases antagónicas y la unidad ideológica y
político-social del pueblo soviético excluyen por completo formas de negación
como la revolución social, los choques de clases y las explosiones súbitas
peculiares de las sociedades divididas en clase. 21
21 Sí, es
cierto, con el dominio de la propiedad fue posible la ausencia de clases antagónicas
en la URSS ;
pero los últimos años, la unidad
político-social del pueblo soviético, se
estaba larvando el cultivo interno dentro del país que hizo que de nuevo
apareciesen las clases antagónicas, que tanto sacrificio le costo al heroico
Pueblo Soviético para erradicar la lacra antagónica de las clases: una revolución y dos guerras mundiales. (ARP)
La negación de lo viejo en el
socialismo sucede en la medida en que se manifiesta su falta de correspondencia
a las nuevas situaciones y objetivos trazados, en la medida en que se van
madurando las condiciones objetivas para superarlos. Lo viejo que entorpece el
movimiento hacia delante, es sustituido por lo nuevo con los esfuerzos de todos
bajo la dirección de Partido Comunista y del gobierno soviético. Se opera así
en la URSS un
proceso ininterrumpido de sustitución de la maquinaría anticuada por otra más
perfecta, se renuevan las viejas formas de organización de la producción y de dirección de la economía nacional. La
negación de lo viejo y caduco fortalece las bases económicas, políticas e
ideológicas de la sociedad socialista y es uno de los factores importantes de
su desarrollo progresivo.
El progreso sin precedentes y el
impetuoso avance hacia el comunismo es lo que caracteriza el desarrollo de la
sociedad socialista. En ello precisamente se revela una de las particularidades
más importantes de la ley de la negación
de la negación en el socialismo.
Es cierto que en los países
capitalitas también se observa cierto
movimiento de avance, pero presenta un carácter limitado, unilateral. En la
industria capitalista, por ejemplo, se desarrolla únicamente las ramas 22
que reportan grandes beneficios a los dueños de las empresas. Son, ante todo,
las que satisfacen los pedidos de la guerra. Los períodos de cierto auge van
seguidos de períodos de profunda depresión y crisis.
22 La venta de armamento es la rama principal de los
beneficios que reporta a la industria capitalista, muy por delante de la droga y la trata y prostitución de
mujeres, entre otras lacras cancerígenas del sistema capitalista.
El progreso de la sociedad socialista es incesante. Se produce en
todas las esferas de la vida económica, política y cultural. Vivo testimonio de
ellos el inusitado ritmo del desarrollo. Por ejemplo, el ritmo del proceso
industrial de la URSS es de tres a cinco veces
más alto que el de la producción industrial de los países capitalistas más
adelantados. La Unión Soviética
ha empleado 40 años en aumentar 30 veces la producción industrial mientras que
en EE.UU., Inglaterra y Alemania
necesitaron de 80 a 150 años para ello. Además, se debe tener en cuenta que la URSS ha sufrido varias
guerras devastadoras que han causado enorme daño a la economía nacional y
frenado su desarrollo.
Las conquistas de la ciencia y la
cultura soviética son muy grandes. Un país atrasado, con el 80 por ciento de la
población analfabeta, si ha convertido en un país sin analfabetos. En los
establecimientos de enseñanza superior se preparan centenares de miles de
especialistas de alta calificación, y los ingenieros que se forman en ellos
superan en más de tres veces y media a los de EE.UU. Los spútniks 23,
los potentes cohetes cósmicos y naves interplanetarias, las centrales atómicas eléctricas,
los vuelos triunfales del hombre soviético en astronaves en torno al globo
terráqueo, los primeros realizados en el mundo, son heraldos del progreso
científico si precedentes que se está
operando y símbolo de las energías creadoras del comunismo triunfante.
23 El vocablo Sputnik
proviene del ruso Спутник y que significa satélite. El Sputnik 1, lanzado el 4 de octubre de 1957 por la Unión Soviética
fue el primer satélite artificial de la historia. (ARP)
Sería
no obstante, erróneo suponer que el progreso en el socialismo sigue una línea
recta. También aquí se manifiesta el carácter
espiral del desarrollo, y a menudo se repiten, en cierto sentido, etapas ya
pasadas.
Tomemos,
por ejemplo, el desarrollo de las formas de dirección de la industria y la
construcción. Durante los primeros años del poder soviético la dirección se
ejercía por medio de consejos económicos de regiones y provincias.
Posteriormente estos consejos fueron sustituidos por el sistema de ministerios y direcciones
centralizadas de ramas de la industria. La complicada tarea de industrializar
el país con escasos medios materiales y personal calificado se podía resolver
únicamente centralizando rigurosamente la dirección, Sin embargo, cuando la
industria y la construcción se desarrollan tanto que era imposible dirigirla
desde un mismo centro, surgió la necesidad de aproximarse los centros rectores
de la economía a las empresas. Con este objeto, después de un minucioso estudio
del problema, en que participo todo el pueblo, se adoptó la resolución de
cambiar ministerios por consejos económicos de zonas. Esto es ya un género de negación de la negación, un retorno del
pasado, pero sobre una nueva base cualitativa. Los consejos económicos
contemporáneos reproducen algunos rasgos de los anteriores, pero se distinguen
cualitativamente de ellos por su base económica y técnica, por la composición y
calificación del personal, así como por la profundidad y envergadura de su
actividad.
* * * *
En este capítulo hemos examinado
las leyes fundamentales de la dialéctica materialista. Ellas explican el
desarrollo y el movimiento universal en el mundo material, y permite conocer
sus fuentes y sus causas motrices implícitas en las contradicciones internas. Descubren el carácter del proceso en formas
de saltos, su tendencia ascendente y progresista, señalando que el progreso de
la realidad material trascurre mediante continuas sustituciones, a base de la
negación de lo viejo por lo nuevo.
Para comprender de manera más
completa y multilateral el desarrollo es necesario examinar también las categorías fundamentales de al
dialéctica materialista.
Vigo, 24 de marzo de 2016
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