jueves, 24 de marzo de 2016

MATERIALISMO DIALECTICO CAPITULO VII


 

 

CAPITULO VII

 
LEYES FUNDAMENTALES
DE LA DIALECTICA MATERIALISTA

 
Como sabemos, la dialéctica marxista es la teoría del desarrollo y concatenación universal. Lo más importante del desarrollo es el problema de sus fuentes y fuerzas motrices. Puesto que la repuesta a esta cuestión está en la ley de la unidad  y lucha de contrarios, comenzaremos por ella a exponer las leyes fundamentales de la dialéctica materialista.

 

LEY DE LA UNIDAD Y LUCHA DE CONTRARIOS


Lenin la llamó esencia y médula de la dialéctica. Esta ley pone al descubierto las fuentes y causas reales del eterno movimiento y desarrollo del mundo material. Su conocimiento es de gran importancia para comprender la dialéctica del desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y el pensamiento, para la ciencia y la actividad revolucionaría práctica.

El análisis de las contradicciones de la realidad objetiva y el descubrimiento de su naturaleza es una exigencia importantísima de toda investigación científica y de toda obra práctica.

 

 
1. UNIDAD Y LUCHA DE CONTRARIOS
 

Antes de hablar de la ley, veamos qué entiende la dialéctica marxista-leninista por “contrarios” y por “su unidad”

 
Unidad de contrarios


Todo el mundo conoce lo que es un imán y sabe que su principal característica es tener dos extremos, el polo norte y el sur, que se excluyen mutuamente, pero están indisolublemente ligados entre sí. Por mucho que tratemos de separar ambos polos no lo conseguiremos. El imán partido en dos, cuatro, ocho o más partes seguirá teniendo los mismos polos.

Se llama contrarios a los aspectos, tendencias o fuerzas internas del objeto que se excluyen mutuamente y, al mismo tiempo, se presupone el uno al otro. La relación de indestructible interdependencia de estos aspectos constituye la unidad de los contrarios.

Todos los objetos y fenómenos tienen aspectos contradictorios. Todos ellos constituyen una conexión orgánica, una unidad indestructible de contrarios. Las partículas “elementales”, por ejemplo, son una unidad contradictoria de propiedades ondulatorias y corpusculares.  Son contradictorios  no sólo las partículas “elementales”, sino también el átomo formado por ellas. En su centro se encuentra el núcleo con carga positiva rodeado de uno o varios electrones con su carga negativa. El proceso químico es una unidad contradictoria de asociación y disociación de átomos.

En los organismos vivos se presentan asimismo tendencias contrapuestas. Ya hemos hablado de los procesos contradictorios de asimilación y desasimilación, que constituyen el metabolismo inherente a lo vivo. Además, los organismos poseen también propiedades contradictorias, como la herencia y la adaptabilidad. La primera es la propensión del organismo a conservar las propiedades adquiridas hereditariamente; la adaptabilidad es su actitud para obtener nuevas propiedades adecuadas a las  condiciones modificadas.
 
La actividad psíquica del hombre se caracteriza por procesos contradictorios de las excitaciones en la corteza de los hemisferios cerebrales.

En las sociedades divididas en clases antagónicas existen clases contradictorias: el esclavo y el amo, en la sociedad esclavista; el campesino y el siervo y el señor feudal, en el feudalismo; el proletario y el burgués, en capitalismo.

Aspectos contradictorios presentan también el proceso del conocimiento. El hombre aplica métodos de investigación tan contradictorios y mutuamente enlazados, como la inducción y la deducción, el análisis y la síntesis, etc
 
Así, pues, la contradicción de los objetos y fenómenos del mundo tiene carácter universal. En el mundo no hay objeto o fenómenos que no se desdoble en tendencias contrapuestas.

Los contrarios no solamente se excluyen, sino que se presupone forzosamente. Coexisten en un mismo objeto o fenómeno, y son inconcebibles el uno sin el otro. Hemos recalcado ya la unidad irrompible de los polos opuestos del imán. Tan inseparable son la asimilación  y la desasimilación en el organismo vivo, el análisis y la síntesis en el proceso del conocimiento. La sociedad capitalista es imposible sin clases opuestas: el proletariado  y la burguesía. Por supuesto, como resultado de la revolución socialista, el proletariado liquida a la burguesía como clase, pero entonces el capitalismo deja de ser capitalismo y cede terreno al socialismo. Mientras se conserve el capitalismo, la clase obrera no puede vivir sin contratar su trabajo al capitalismo; y el capitalismo siempre explota al obrero. 1

 1 Esta explotación es más patente en la actualidad, donde el capitalismo con el consentimiento de  los distintos gobiernos del país, rebaja constantemente los salarios a la clase trabajadora y funcionarios del Estado,  en beneficio exclusivo de la burguesía. (ARP)

 
Engels escribió: “Y no puede existir un término de una contradicción sin que exista el otro, como no se puede tener en la mano una manzana entera después de haberse comido la mitad” 2

2 F. Engels, “El origen de la familia y la propiedad privada y el Estado”, en C. Marx y F. Engels, Obras escogidas, ed. cit., pág. 597. (Ed.)

 
La lucha de contrarios, fuente del desarrollo

 
Hemos establecido que los objetos y fenómenos son una unidad de contarios. ¿Cuál es, pues, el carácter de la unidad? ¿Existen los contrarios pacíficamente en la unidad o entran en contradicción, en lucha, el uno con el otro?

El desarrollo de los objetos y fenómenos más diversos es prueba que los extremos contrarios no pueden coexistir pacíficamente en el mismo objeto: el carácter contradictorio de las tendencias contrapuestas que se excluyen mutuamente, provoca necesariamente una lucha entre ellas. Lo viejo y lo nuevo, lo que nace y lo que muere en los objetos, no pueden menos de entrar en contradicción. La contradicción, la lucha de contrarios, constituye la fuente esencial del desarrollo de la materia y la conciencia. “El desarrollo –escribió Lenin- es la “lucha” entre tendencias contrapuestas” 3, recalcando con especial vigor que esta lucha es absoluta, como absolutos son el desarrollo y el movimiento.

3 V.I. Lenin, Obras completas, t. XXXVIII, ed. cit., pág. 352. (Ed)

La afirmación de que lo sucesivo en el desarrollo es la lucha de contrarios no disminuye la importancia de su unidad. La unidad de contrarios es una condición indispensable de la lucha, pues la lucha sobreviene únicamente donde las tendencias contrapuestas existen en un mismo objeto o fenómeno.

Lenin expresó que entre las tendencias contrapuestas puede existir  también un estado de equilibrio natural, que se debe comprender en el sentido de que, en una etapa determinada del desenvolvimiento del proceso, ninguna de ellas tiene ventaja ostensible. Así ocurrió, por ejemplo, en Rusia en octubre de 1905, cuando el zarismo ya no tenía fuerzas para vencer, y a la revolución aún le faltaban fuerzas para triunfar. También hubo cierto equilibrio de fuerzas entre la burguesía y los terratenientes, por una parte, y los obreros y campesinos, por otra, en el período de febrero a junio de 1917. Pero en ambos casos el equilibrio  de las fueras opuestas fue temporal. En 1905 vencieron las fuerzas reaccionarias, y en 1917 conquistaron la victoria el proletariado revolucionario y sus aliados.

El equilibrio de los contrarios es también relativo en cualquier otro proceso: No puede ser de otra manera: sí fuera constante, eterno, en el mundo no se produciría desarrollo alguno. Sólo la lucha constituye l fuente y fuerza motriz del desarrollo.

Muchos representantes de la filosofía burguesa contemporánea tergiversan la esencia revolucionaria de la médula de la dialéctica marxista y otorgan categoría de absoluto al equilibrio de los contrarios, negando la lucha. No ven lo principal en la lucha de las tendencias contrapuestas, sino en su conciliación, en el equilibrio. De este modo intentan conciliar los intereses de la burguesía con los del proletariado, desviar a las masas populares de su aspiración a resolver por vía revolucionaría sus profundas contradicciones del capitalismo.

En realidad es imposible conciliar las contradicciones de clase. Testimonio convincente de ello es la historia de la humanidad y la práctica de la lucha revolucionaria de la clase media.

Toda la experiencia de la evolución científica y de la práctica histórico-social de los hombres atestigua incontrovertiblemente que la fuente del desarrollo es la lucha de contrarios. Al mismo tiempo, se debe tener en cuenta que esta lucha se manifiesta de distinta manera en diferentes dominios de la realidad material.

En la naturaleza inorgánica es muy frecuente la lucha (interacción) de fuerzas opuestas como la atracción y la repulsión. La interacción de las fuerzas opuestas como la atracción y la repulsión. La interacción de las fuerzas de atracción y repulsión mecánicas, eléctrica, nucleares, etc., desempeña un gran papel en el surgimiento y existencia de los núcleos atómicos, átomos y moléculas. La lucha de estas fuerzas, como lo demuestran las teorías cosmogónicas modernas, ha sido una importantísima fuente de la aparición del sistema solar.

La astronomía moderna ha descubierto también que la interacción de las fuerzas de atracción y repulsión es una de las fuentes más importantes de los diversos procesos que se operan actualmente en el espacio cósmico. No existe un equilibrio absoluto de estas fuerzas en los diversos ámbitos del universo, sino que predomina necesariamente alguna de ellas. Donde predomina la repulsión, la materia y la energía se dispersan, las estrella se apagan; donde prevalece la atracción la materia y la energía se concentra y, en consecuencia, se encienden nuevas estrellas. Así, pues, en el proceso de la lucha  y las interacciones de las fuerzas contrapuestas se produce el movimiento eterno del la materia y la energía en el cosmos.

Ya hemos visto que los procesos contradictorios de asimilación y desasimilación son propios de los organismos vivos. Su lucha e interdependencia  constituyen las fuentes específicas del desarrollo de lo vivo. Estos procesos contradictorios no pueden estar en equilibrio absoluto; uno de ellos debe predominar. En el organismo joven la  asimilación predomina sobre la desasimilación y esa es la causa de que crezca y desarrolle. . Cuando la desasimilación predomina sobre la asimilación, el organismo envejece, se destruye; sin embargo, en cualquier organismo, sea joven o viejo, tales procesos dependen uno de otro. La vida es interacción y contradicción. Cuando cesa esta contradicción, termina la vida y llega la muerte.

El progreso del desarrollo social también se produce sobre la base de la unidad y lucha de contrarios. Entre las contradicciones del desarrollo social despeña una función de gran magnitud las existentes en la producción social y, ante todo, entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Esta última contradicción se expresa, en las sociedades divididas en clases antagónicas, en lucha entre ellas, lucha que conduce a la revolución social y  la sustitución del viejo régimen por otro nuevo.

Los objetivos y fenómenos se desdoblan en tendencias contrapuestas, constituyen una unidad de contrarios. Las tendencias contrapuestas no existen simplemente, sino que se encuentran en estado de contradicción y lucha permanente entre ellas. La lucha de contrarios constituye el contenido interno y la fuente del desarrollo de la realidad.

Tal es la esencia de la ley dialéctica de la unidad y la lucha de contarios.

 
 
2. MULTIFORMIDAD DE LAS CONTRADICCIONES

En el mundo existen muchas y diversas contradicciones. Continuamente tropezamos con ellas en la vida diaria. Diversas ciencias estudian, las estudian. La dialéctica marxista, a diferencia de esas ciencias, estudia las contradicciones más generales. Por eso nosotros analizaremos aquí los grupos más grandes e importantes de las contradicciones, tales como las internas y externas, antagónicas y no antagónicas, principales y no principales.

 
Contradicciones internas y externas
 

La dialéctica marxista exige ante todo que se distingan  las contradicciones internas y externas.

Son contradicciones internas la interacción y lucha de las tendencias contrapuestas de un determinado objeto. Contradicciones externas son las relaciones contradictorias que un objeto tiene con el medio ambiente y con otros objetos de este medio.

Los adversarios de la dialéctica marxista tergiversan el papel que los distintos grupos de contradicciones desempeñan en el desarrollo. Niegan la importancia decisiva de las contradicciones internas y consideran a las externas como única fuente del desarrollo. Desde su punto de vista, por ejemplo, la fuente del desarrollo de la sociedad de clase no es la lucha de las clases opuestas, sino la contradicción existente en la sociedad y la naturaleza. No quieren comprender el hecho de que la propia relación del hombre con la naturaleza y el grado de su dominio sobre ella dependen las relaciones establecidas entre las clases en la sociedad y del carácter del régimen social.

Tanto las contradicciones internas como las externas son inherentes a los objetos y fenómenos de la realidad material. Pero lo principal y decisivo son las internas, las contradicciones implícitas en el propio objeto. Estas son, ante todo, la fuente del movimiento. Así, pues, la dialéctica marxista entiende el movimiento como automovimiento de la materia, como movimiento interno, cuyos motivos e impulsos están implícitamente en los propios objetos y fenómenos en desarrollo.

La integración y lucha de las propiedades ondulatorias y corpusculares de la materia de las fuerzas de atracción y repulsión, de la asimilación y la desasimilación y otras tendencias contrapuestas que ya hemos mencionado como fuentes del desarrollo en distintos dominios de la realidad, no son introducidas en los objetos y fenómenos desde el exterior, sino que son inherentes a ellos.

Las contradicciones internas son la fuente del desarrollo, porque ellas determinan la faz y la naturaleza del propio objeto. Fuera de sus contradicciones internas el objeto no sería lo que es. El átomo, por ejemplo,  no podría existir sin la interacción o “lucha” entre el núcleo con carga positiva y los electrones con carga negativa; el organismo, sin asimilación y la desasimilación, etc.

Las influencias exteriores ejercidas sobre un objeto se reflejan siempre a través de las contradicciones internas que le son propias, y en esto se revela  también el papel determinante que desempeñan en el desarrollo. El cambio del medio ambiente sólo da un impulso al desenvolvimiento de los organismos. Pero la dirección del proceso y sus resultados dependen en última instancia del tipo de metabolismo inherente al organismo, es decir, de la interacción entre la asimilación y la desasimilación propias de ese organismo.

La fuente del desarrollo de la  sociedad también está implícita en ella misma, en sus propias contradicciones internas. La forma  y la orientación en la evolución de un país y el tipo de su organización social dependen del modo en que se resuelvan sus contradicciones internas de clase. El programa del PCUS dice: “La revolución no se hace por encargo. No se puede imponer al pueblo desde el exterior. Es resultado de las profundas contradicciones internas e internacionales del capitalismo”
 
Es verdad que abundan los casos de imposición de regímenes sociales a los pueblos por fuerzas reaccionarias exteriores, pero esos regímenes son siempre inestables y se desmoronan a la primera prueba dura.

Si bien es cierto que las contradicciones internas desempeñan un papel decisivo, eso no significa que la dialéctica materialista niega la importancia de las contradicciones externas en el desarrollo. La función de éstas es diversa. La mayor parte de las veces constituyen una condición indispensable del proceso. Tal es, por ejemplo, la  contradicción existente entre la sociedad y la naturaleza, a la que el hombre arranca los bienes materiales.

Las contradicciones externas pueden contribuir al desarrollo o frenarlo, imprimirles distintos matices y formas, pero no definir el curso principal del proceso ni el desarrollo en su conjunto. Así, la solución acertada de las contradicciones internas y, ante todo, el antagonismo existente entre la burguesía derrocada, mas no liquidada aun no definitivamente, el proletariado, tuvo una importancia decisiva para la victoria decisiva en la URSS. Sin embargo, el movimiento hacia el socialismo se produjo asimismo en presencia de la contradicción externa existente entre el Estado soviético y los países del capitalismo, que procuraron por todos los medios restablecer el régimen capitalista en Republica Soviética. El boicot político y el bloqueo económico 4, la intervención, las reiteradas provocaciones armadas y, finalmente, la invasión de los fascistas alemanes, frenaron seriamente el desarrollo de la Unión Soviética, pero ninguna de esas maquinaciones pudo detener su avance victorioso.

4 El bloqueo económico es una táctica muy usual del sistema capitalista, aplicando estos métodos  (en algunos casos provocan conflictos armados) cuando no cuadran  sus intereses egoístas e inhumanos. Por eso el capitalismo se “erigen como los  buenos y, los otros, los representan como  los malvados” (A RP).


Puesto que las contradicciones internas determinan el desarrollo de todos los objetos y fenómenos, en la actividad práctica es necesario, ante todo, saber descubrir y resolver correctamente esas contradicciones. Tampoco se deben desechar las contradicciones externas pues desempeñan asimismo un gran papel en el desarrollo. El éxito se alcanza únicamente cuando se tiene muy en cuenta la interdependencia y la interacción de las contradicciones internas y externas.


Contradicciones antagónicas y no antagónicas


Al hablar de las contradicciones antagónicas y no antagónicas se debe tener presente, ante todo, la esfera de los fenómenos sociales. Es verdad que también existen antagonismos de cierto género en los organismos vivos, entre algunos tipos de bacterias, entre animales rapaces y no rapaces y entre algunos organismos vegetales, pero no se los debe confundir con los antagonismos sociales.

Contradicciones antagónicas son, ante todo,  son las existentes entre las clases que tienen intereses irreconciliables. Son las más exacerbadas y manifiestas  y se deben al acusado contraste de las condiciones de vida, fines y propósitos de las clases. Su rasgo más importante consiste en que no se pueden resolver del marco del régimen social, del cual son típicas. Al profundizarse y acentuarse, las contradicciones antagónicas dan lugar a cruentos choques y conflictos. El medio de resolverlas es la revolución social.

La contradicción existente entre la burguesía y el proletariado en la sociedad capitalista presenta particular agudeza y profundidad. Su antagonismo se debe a la posición objetiva que estas clases ocupan en la sociedad. La burguesía  posee todos los medios de producción y merced a ello, se queda con la parte del león de los valores materiales producidos por la sociedad. Ejerce el dominio político y goza de todos los bienes culturales. El proletario carece de medios de producción, y por eso se ve forzado a trabajar para la burguesía. Crea todos los bienes materiales y recibe únicamente una parte insignificante. Está privado de derechos políticos y de la posibilidad de gozar de las conquistas científicas y culturales.

Los intereses de la burguesía y el proletariado son diametralmente apuestos; aquélla tiende a perpetuar su dominio; y éste, a emanciparse de la explotación. En consecuencia, está entablada entre ambos una tenaz lucha de clases, cuyo fin inevitable es la revolución socialista son una forma particular de resolver las contradicciones antagónicas del capitalismo.

Los ideólogos de la burguesía y los revisionistas niegan la existencia de antagonismos de clase en la sociedad capitalita moderna.

En realidad, las contradicciones antagónicas del capitalismo no sólo han desaparecido en  nuestros días, sino que se acentúan constantemente. Existen y existirán mientras exista el capitalismo, desaparecerán únicamente con la victoria del socialismo.
 
Las contradicciones no antagónicas son  las existentes entre las clases y los grupos sociales cuyos intereses principales coinciden. Estas contradicciones no se resuelven por medio de una revolución social, sino que se superan gradualmente. Tales son, por ejemplo, las existentes entre la clase obrera y los campesinos. Bajo del capitalismo, la ciudad explota al campo, y por eso el campesino hace extensiva en cierta medida al obrero la animadversión que siente por la ciudad. El campesino posee algo (tierra, ganado de labor, aperos, etc.) y están interesado en conservarlo. El obrero no tiene ninguna propiedad. Los intereses de unos y otros chocan asimismo en el mercado, donde el campesino procura vender más caros los productos de su trabajo. Todo esto provoca determinadas contradicciones entre la clase obrera y los campesinos bajo el régimen capitalista.

Los intereses de los obreros y los campesinos, contradictorios en aspectos particulares, coinciden plenamente en lo principal. Unos y otros son clases explotadas. Por eso aspiran a liquidar la explotación, y en esta cuestiona cardinal sus intereses son idénticos.

Esta comunidad de intereses fundamentales constituye la base objetiva para concertar la alianza de ambos en la lucha contra el régimen capitalista.

Teniendo presente esa comunidad  de  intereses vitales. El Partido Comunistas de la Unión Soviética los cohesionó en una poderosa fuerza social que derrotó al capitalismo Luego en el procesó de la edificación del socialismo, fueron superando las contradicciones heredadas del capitalismo, y de este modo la unidad de los obreros y campesinos en la lucha común por el socialismo y el comunismo es cada vez más sólida e indestructible 5.

5 Esto fue hasta octubre de 1989, después de la edificación del Socialismo en la Unión soviética. Luego en noviembre de 1989, fecha de la caída de Muro Berlín, los contrarrevolucionarios que estaban al acecho después de su derrota, en el año 1917 y otros factores, tanto internos como externos, fueron los que hicieron surgir en un País de héroes, el caótico sistema capitalista. (ARP)


El carácter de las contradicciones de la sociedad socialista tampoco es antagónico. A continuación trataremos esto con más detalle.

 
Contradicciones fundamentales y no fundamentales

 
Desde los objetos y fenómenos más simples hasta los más complejos llevan simultáneamente implícitas varias contradicciones. Para orientarse en este enjambre es preciso hallar entre ellas las fundamentales, las más importantes. La contradicción fundamental desempeña el papel decisivo y primordial en el desarrollo e influye en todas las demás contradicciones.

La contradicción fundamental y decisiva  del proceso químico es la existente entre la asociación y la disociación de los átomos en el proceso biológico, el carácter contradictorio del metabolismo, etc.

Es de suma importancia encontrar la contradicción fundamental en la vida social, que redistingue excepcional. Encontrar esta contradicción fundamental ayuda a las clases progresistas de la saciedad y a los partidos marxistas  a elaborar una política acertada y a organizar de una manera eficiente la labor práctica.

Tomemos la sociedad contemporánea. Tiene muchísimas contradicciones implícitas. En cualquier país capitalista existe antagonismo entre el carácter social del proceso de producción  y la forma privada de apropiación, entre el trabajo y el capital. Existen contradicciones entre los países capitalistas por separado, entre grupos y bloques de cada país, etc.

¿Cuál de ellas es la fundamental, la decisiva?

En la sociedad contemporánea, en su conjunta, es la que existe entre las fuerzas del socialismo, encarnada en el sistema socialista mundial, y las fuerzas reaccionarias del imperialismo. Esta contradicción se ha convertido actualmente en la base del desarrollo de la humanidad. Entraña dos líneas, dos tendencias históricas. Una representada por el sistema mundial del socialismo, es la línea del progreso, la paz y la creación. La otra, representada por el imperialismo, es la línea de la reacción, la opresión y las guerras.

Las contradicciones existentes entre el socialismo y el imperialismo ejercen  inmensa influencia  en todo el curso de la historia universal. Influye en la lucha de clases en los propios países imperialistas. La existencia del sistema socialista mundial es un serio obstáculo que impide a los imperialistas desencadenar una nueva guerra  mundial. Les impide pisotear impunemente los derechos soberanos de los pueblos, da seguridad a la justicia de su causa a los trabajadores de los países capitalistas y los alienta en la lucha contra los explotadores. A medida que el sistema socialista obtiene éxitos en el desarrollo económico, político y cultural, aumenta su importancia en la arena internacional. Por eso, cuando organizan su actividad práctica, los partidos marxistas tienen en cuenta la influencia de esa contradicción, la más importante de la actualidad, así como el incremento constante del poderío de las fuerzas socialistas y el debilitamiento de las imperialistas.

La contradicción existente entre el socialismo y el imperialismo, que es la fundamental de nuestra época, no elimina las profundas contradicciones que desgarran al mundo capitalista. El programa del PCUS recalca: “El sistema imperialista mundial se ve desgarrado por profundas contradicciones”. El antagonismo entre el trabajo y el capital 6, las contradicciones entre el pueblo y los monopolios. El creciente militarismo, la disgregación del sistema colonial, las contradicciones entre los países imperialistas, los conflictos y las contradicciones entre los jóvenes Estados nacionales y las viejas potencias colonizadoras y, sobre todo, el desarrollo impetuoso del socialismo mundial minan y destruyen el imperialismo, lo llevan a su debilitamiento y muerte”.
 

6 Nada ha cambiado en lo antagónico, desde la 3ª edición de este libro en 1973. Al contrario, todavía se ha acentuado más las contradicciones antagónicas desde la globalización de la economía, donde la fase superior del capitalismo: el  imperialismo, está en sus últimos estertores. El imperialismo para poder  subsistir acentúa más y más la explotación del proletariado, sino que ya se empiezan a  ver indicios de comerse entre ellos. Pero antes,  así lo confirman los hechos, están exprimiendo al proletariado con masivos despidos, tanto de trabajadores privados, como públicos, rebajada injustas de sus salarios, horarios aleatorios y abusivos, patentes de corso y derecho de pernada,  cortes salvajes en Sanidad, Cultura, Educación, Investigación, etc. (ARP).


Entre las contradicciones internas y externas, entre las antagónicas y no antagónicas y entre las fundamentales y no fundamentales  no hay fronteras absolutas. En realidad, se enlazan entre sí, pasan de una a otras y desempeñan distinto papel en el proceso del desarrollo. Por eso cada contradicción se debe abordar de una manera concreta, teniendo en cuenta las condiciones en que se manifiesta y el papel que desempeña.

La actividad del Partido Comunista de la Unión Soviética se distingue por la excepcional capacidad para enfocar de manera concreta, teniendo en cuenta las condiciones históricas, las contradicciones del desarrollo social y destacar las principales, encauzando las fuerzas y medios fundamentales para resolverlas. Durante los primeros años del Poder soviético se reveló de manera muy acusada la contradicción entre la avanzada organización política instaurada en el país y la economía atrasada, recibida en herencia de la Rusia zarista. Esta contradicción se resolvió durante los años de lucha por la industrialización. A medida que ésta se realizaba, se fue agudizando cada vez más la contradicción  entre la industria socialista y la agricultura atrasada de los pequeños campesinos, que se resolvió con los esfuerzos del pueblo y del Partido mediante y durante la colectivización de las haciendas rurales. La solución de estas contradicciones  tuvo una importancia decisiva del socialismo en la URSS.

 

3. CONTRADICCIONES DE LA SOCIEDAD SOCILISTA
Y MODOS DE SUPERARLAS

 
Como resultado de la victoria del socialismo, en la URSS se liquidaron las clases explotadoras y se suprimieron las causas que engendraban la explotación del hombre por el hombre y las contradicciones existentes entre la ciudad y el campo y entre el trabajo intelectual y el manual. Sobre la base de la comunidad de intereses de obreros, campesinos e intelectuales se formó la unidad político-social e ideológica del pueblo soviético. Se consolidó y robusteció la amistad de las numerosas naciones que integran la Unión Soviética. A medida que se avanzaba hacia el comunismo se robustece esta unidad, se aproximan e enriquecen  las nacionalidades y grupos sociales y se suprimen las diferencias existentes entre ellos. Sin embargo, esto no significa que el socialismo no haya contradicciones. La sociedad socialista se desarrolla ininterrumpidamente, donde hay desarrollo existe siempre lo viejo y lo nuevo, lo que nace y lo que muere, y, por consiguiente, la lucha entre ellos. Lenin escribió que “antagonismo y contradicción no es los mismo. Lo primero desaparece, pero lo segundo queda en el socialismo” 7.

7 Recopilación leninista. XI. 1931. ed. rusa, pág. 357 (Ed.)


Lenin no sólo señaló la existencia de contradicciones en socialismo, sino que reveló la importantísima particularidad que representa: su carácter no antagónico. Esto se explica por la ausencia de clases hostiles y de explotación en la sociedad socialista y por la existencia de la propiedad social, que agrupa y cohesiona a la gente. Las contradicciones de la sociedad socialista, dijo Jruschov, son tradiciones y dificultades de crecimiento debidas al rápido ascenso de la economía socialista y al aumento de las demandas materiales y culturales del pueblo. Son contradicciones entre lo nuevo y lo viejo, entre lo avanzado y lo atrasado.

Estas contradicciones se vencen con los esfuerzos mancomunados de todos los trabajadores, dirigidos por el Partido Comunista y el gobierno soviético. La política certera, científicamente fundamentada del Partido, la unidad del Partido y del pueblo y del apoyo completo de éste a todas las medidas tomadas por el Partido y el Gobierno garantiza el descubrimiento oportuno y la superación de dichas contradicciones. Por eso éstas no llegan a convertirse en conflictos ni adquieren el carácter de revoluciones sociales. Si en el capitalismo la solución de las contradicciones lleva a este régimen a la muerte, la superación de las contradicciones del socialismo vigoriza el régimen socialista y garantiza el feliz desarrollo del país hacia el comunismo.

En el socialismo existen algunas contradicciones propias de la producción social, sobre todo, la que surgen entre las fuerzas de producción  y las relaciones de producción.
 
Durante el desarrollo de la sociedad socialista aparecen y se resuelven contradicciones entre la economía nacional en constante crecimiento y las formas y métodos caducos de dirección y administrativa. Algunas de estas formas y métodos, luego de haber desempeñado una función positiva, dejan de corresponder, en otras condiciones, a las exigencias de la vida y pueden convertirse en un freno. De ahí la necesidad de sustituir los métodos viejos por otros nuevos, más perfectos y eficientes. En 1957,   por ejemplo, el Partido y el Gobierno adoptaron importantes acuerdos de reorganizar la dirección de la industria y la construcción: el sistema de ministerios centralizados fue sustituido, en lo fundamental, por consejos económicos (Sovnarjoses) 8 de zonas. Con ello se resolvió la contradicción existente entre el nivel de la industria y la construcción, así como los grandiosos objetivos planteados ente ellas, por un lado, y la organización anticuada de su dirección, por otro. Esta reorganización imprimió un poderoso impulso al desarrollo de la economía nacional.
 

8 Sovnarjoses. Se da este nombre (derivado del ruso sov(iet) nar(odnovo) joz(iaistvo), que significa ('consejo de economía nacional') al consejo regional de la extinta Unión Soviética que se encargaba de los asuntos económicos. Se crearon en 1957, con el objeto de descentralizar -en el marco de reformas económicas, administrativas y educativas, tras la muerte de Stalin (1953) y el XX Congreso del PCUS (1955)- la gestión económica nacional que, desde 1928, era rigurosamente controlada (Enciclonet.com).


La inmensa mayoría del pueblo soviético participa activamente en la edificación del comunismo. Sin embargo, aún existen algunos que se aferran a lo viejo, son partidarios de los antiguos métodos de producción, de normas y procedimientos técnicos atrasados, etc. También hay portadores de supervivencias del capitalismo. Los intereses y la conducta de las personas contradicen los de la mayoría de la sociedad, entorpecen la edificación del comunismo. Esta gente se reeduca con los esfuerzos del pueblo y del Partido Comunista, y a los más reacios se les aplican sanciones.

Debe señalarse que estas contradicciones no dimanan de las naturales del régimen socialista, sino que son herencia e influencia del capitalismo, defectos existentes en la labor ideológica y educativa, etc. Son contradicciones temporales y se resolverán por completo con la victoria del comunismo.

¿Cómo se manifiestan y resuelven, pues, las contradicciones del socialismo?

El método o medio para revelarlas es la crítica y la autocrítica. Pero una vez reveladas, la crítica y la autocrítica no pueden resolverlas por sí mismo. Para superarlas hacen falta los esfuerzos de todo el pueblo y el trabajo organizador y educativo del Partido y el Estado. El desarrollo y perfeccionamiento continuos de la producción, la participación activa de los ciudadanos en la edificación del comunismo y la labor minuciosa y multifacética del Partido para educar al hombre soviético, constituyen las vías fundamentales para resolver las contradicciones de la sociedad socialista.

Además de sus contradicciones internas, el Estado socialista y todo el campo del socialismo tienen, en las condiciones actuales, unas  contradicciones antagónicas con el sistema capitalista mundial. Aunque externas, ella ejerce considerable influencia en el desarrollo de los países socialistas y no se la debe menospreciar 9. La Unión Soviética y todos los países  dedican daduchos esfuerzos a resolver esta contradicción por la vía de la paz, en base a la política de coexistencia pacífica.  La guerra mundial termonuclear causaría victimas y destrucciones colosales y frenaría muchísimo el progreso de la humanidad. Por eso, evitar una guerra mundial y mantener la paz en todo el mundo constituye la misión más importante de todos los hombres horrados del orbe. La lucha por la paz es una condición indispensable del progreso social y de la feliz edificación del socialismo y  el comunismo.

9 Sin menospreciar la influencia de las contradicciones externas del capitalismo ejercidas sobre el socialismo; fueron mucho más dañinas, las contradicciones internas que ejercieron los contrarrevolucionarios sobre el Estado socialista de la URSS. (ARP)
 
 

LEY DEL TRANSITO DE LOS CAMBIOS CUANTITATIVOS
A CUALITATIVOS

 

La ley del tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos trata de la manera en que opera el proceso del desarrollo, cuál es su mecanismo.

Para comprender la esencia de esta ley debemos aclarar, ante todo, qué es calidad y qué cantidad.

 

    1. CONCEPTO DE CALIDAD Y CANTIDAD
 

En torno de nosotros hay muchos objetos y fenómenos de lo más diversos, y todos ellos se mueven y cambian sin cesar. No obstante, no los confundimos los distinguimos y los determinados. No lo vemos fundido en una masa gris y amorfa, sino que cada uno se distingue de los otros por particularidades y propiedades inherentes a él solo.

Tomemos por ejemplo, el oro. Tiene color amarillo peculiar, ductilidad y maleabilidad, posee determinada densidad, capacidad térmica y temperatura de fusión y ebullición. El oro no se disuelve  ni en los álcalis ni en toda una serie de ácidos, presenta escasa actividad química y no se oxida en el aire. Todas estas propiedades, tomadas en conjunto, lo distinguen de otros metales.

Lo que hace que un objeto sea lo que es, y no otro, y lo distingue de los demás, se llama calidad.

Todos los objetos y fenómenos poseen calidad. Eso nos permite determinarlos y distinguirlos. ¿En qué se distinguen, por ejemplo, lo vivo de lo inanimado? En su facultad metabólica, en su capacidad para reaccionar adecuadamente a los agentes exteriores y reproducirse. Este rasgo y algunos otros son su calidad.

Los fenómenos sociales también se distinguen por su calidad. Así, el capitalismo se diferencia del feudalismo por el predominio de la producción mercantil, por la existencia de la propiedad capitalista y el trabajo asalariado y por otros rasgos.

La calidad se manifiesta en cualidades. La cualidad caracteriza una cosa por algún aspecto determinado, en tanto que la calidad da una idea de conjunto del objeto. El color amarillo, la maleabilidad, la ductilidad y otros rasgos del oro tomados por separado son sus cualidades juntas son su calidad.

Además de una calidad determinada, cada objeto posee también cantidad. A diferencia de aquélla, ésta peculiariza al objeto por el grado de desarrollo o la intensidad de sus cualidades, así como de su magnitud, volumen, etc. Por lo general, la cantidad se expresa en número. Tienen expresión numérica de las dimensiones, el peso y el volumen de los objetos, la intensidad de sus colores y de los sonidos que emiten, etc.

La característica cuantitativa es también inherente a los fenómenos sociales. Cada régimen político-social posee un determinado nivel y un grado de desarrollo de la producción. Cada Estado dispone de una capacidad de producción y recursos humanos, energéticos y de materias prima determinadas.

La cantidad y la calidad son un todo único porque representan aspectos del mismo objeto. Pero entre ellas existen también grandes diferencias. El cambio de la calidad cambia el objeto, lo transforma en otro; el cambio de la cantidad, no transforma visiblemente el objeto. Si se destruye la propiedad capitalista, o sea, el rasgo cualitativo más importante del capitalismo, sucederá un régimen nuevo, cualitativamente distinto de él: el socialismo. Pero sí esta propiedad se agranda, centraliza y concreta en manos de un grupo reducido de monopolistas o del Estado burgués, como ocurre en el mundo capitalista contemporáneo, no por eso el capitalismo dejará de ser capitalismo.

La unidad de cantidad y calidad se llama medida. Ésta es algo así como la frontera o marco dentro del cual el objeto sigue siendo lo que es.  La “infracción” de la medida de esta combinación determina de los aspectos cuantitativos y cualitativos, cambia el objeto, lo transforma en otro. Así, la medida para el mercurio en estado líquido es una temperatura que va 39º C bajo cero hasta 357 º C sobre cero.  Si se desciende a la primera temperatura el mercurio se solidifica; si sobrepasa a la segunda, empieza a hervir  pasa al estado gaseoso.

Los fenómenos sociales también tienen expresión cuantitativa y cualitativa. La base material y técnica del comunismo, por ejemplo, no sólo se caracteriza por un extraordinario aumento cuantitativo de la producían, sino también por peculariedades cualitativas: dotación energética integra y multilateral de la industria, mecanización múltiple y automatización cada vez más completa de los procesos de producción, aprovechamiento  de nuevas fuentes de energía, materias primas y materiales, unidad orgánica de la ciencia y producción, etc.

En la  cognición y en la actividad práctica es de suma importancia tener cuenta la unidad de los aspectos cuantitativos y cualitativos de los fenómenos.

 

2. EL TRANSITO DE LOS CAMBIOS CUATITATIVOS
A CUALITATIVOS, LEY DEL DESARROLLO 

 

Como queda dicho, el cambio de la cantidad dentro de ciertos límites no cambia el estado cualitativo del objeto. Pero en cuanto se rebasan esos límites o se infringe la media los cambios cuantitativos que antes parecían poco importantes, originan necesarimente transformaciones radicales, cualitativas. La cantidad se convierte en calidad. Marx escribió que “el proceso del desarrollo…. de los cambios puramente cuantitativos se truecan en diferencias cualitativas10.

10 C. Marx. El Capital, t. I. ed. cit., pág. 248. (Ed).


El tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos es una ley universal del desarrollo del mundo material.

Veamos, pues, cómo actúa en distintos dominios de la realidad.

La física moderna ha establecido que algunas partículas “elementales” se puedan trasformar en otras cualitativamente distintas, con la particularidad de que ese proceso está siempre vinculado con determinadas acumulaciones cuantitativas: se opera sólo en el caso de que las partículas  tengan un nivel de energía suficientemente alto.

Las numerosas conversiones de sustancia de un estado de agregación en otro (de sólido en líquido, de líquido en gaseoso, etc.) son una manifestación muy frecuente de la ley de tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos. Así, al calentar el agua a una temperatura superior a 100º se trasforma en otra calidad: vapor. Las cualidades del  vapor son distintas de las del agua. Por ejemplo, no puede disolver la sal ni el azúcar, en tanto que estas sustancias se disuelven en agua.

La Ley del tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos se manifiesta con particular evidencia en los procesos químicos. La ley periódica e Mendeléiev establece que la calidad de los elementos químicos depende la cantidad de carga positiva del núcleo de sus átomos. Hasta determinado límite, el cambio cualitativo del elementó químico, pero a determinado grado lo  trasforma en un elemento nuevo. Así, en la disgregación radiactiva con pérdida de peso atómico y carga del núcleo, el uranio termina por trocarse en plomo, elemento de otra calidad. La química es, en general, la ciencia de las trasformaciones cualitativas de las sustancias como resultado de cambios cualitativos. La molécula de oxígeno, por ejemplo, contiene dos átomos; pero apenas e le agrega un más, se convierte en ozono, sustancia química de nueva calidad.

En el mundo orgánico también se produce el tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos; aunque en él es mucho más difícil advertir que lo cambios de calidad se deben a acumulaciones cuantitativas. El académico soviético Lisenko 11 ha establecido que las plantas atraviesan en su desarrollo dos fases cualitativamente distintas: la vernalización y de la iluminación, y que el tránsito de una fase a otra se debe al cambio de la cantidad de calor, humedad y luz en las condiciones exteriores.

 
11 Trofim Denísovich Lysenko fue un ingeniero agrónomo soviético quien, durante la década de los años 1930, condujo una campaña de ciencia agrícola, conocida como lysenkoísmo. Nació el 29 de setiembre de 1889, en Karlivka (Ucrania), y falleció el 20 de noviembre de 1976, en Moscú (Unión Soviética) (ARP)
 

El proceso del tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos también se opera por doquier en el desarrollo social. El paso del capitalismo al socialismo, por ejemplo, que ocurre mediante  la revolución socialista, tiene determinadas premisas cuantitativas: el incremento de las fuerzas productivas, el aumento del carácter social de la producción y del número del proletariado revolucionario, etc.

En la realidad objetiva se opera también el proceso  inverso: un aumento de la calidad debido a los cambios cualitativos. Por ejemplo, el cambio radical, cualitativo, del régimen social—sustitución del capitalismo por el socialismo—causó una alteración considerable de los índices cuantitativos: aumento del volumen de la producción industrial y agrícola, incremento del ritmo del desarrollo económico y cultural, ascenso de la renta nacional y de los salarios, etc.

Los cambios cuantitativos y cualitativos están, por tanto, ligado entre sí y dependen unos de otros.

 

Unidad de la continuidad y la discontinuidad
(salto) en el desarrollo

 

Los cambios cuantitativos presentan un carácter relativamente lento, continuo, mientras que las trasformaciones cualitativas se interrumpen, tiene la forma de saltos. El desarrollo se mantiene, pues, como la unidad de dos formas o fases distintas, pero interdependientes: continuidad y discontinuidad (formas de saltos) 12.

12 La continuidad y la discontinuidad no son inherentes únicamente al desarrollo, sino también al estado de la materia. Como ya sabemos, ésta posee propiedades ondulatorias (continuas) y corpusculares (discontinuas). (Ed.)

 
La continuidad en el desarrollo es una fase de acumulaciones cuantitativas lentas e imperceptibles. No afecta a la calidad del objeto, sino que introduce en él insignificantes cambios cuantitativos y constituye un proceso de aumento o disminución de lo existente.
 
La discontinuidad o salto es una fase de cambios cualitativos radicales del objeto, un momento o período de trasformación de la calidad vieja en otra nueva. A diferencia de los cambios cuantitativos, lentos y ocultos, el salto es un cambio más o menos manifiesto, relativamente rápido de la cualidad del objeto. Estos cambios se operan con relativa rapidez, incluso cuando las trasformaciones cualitativas adquieren la forma de tránsito gradual.

Los saltos tienen inmensa importancia en el proceso del desarrollo puesto que ellos destruyen lo viejo y origina lo nuevo.

Como el desarrollo es siempre una unidad de cambios  cuantitativos (continuos) y cualitativos (en forma de saltos), estas dos fases del desarrollo se deben tener en cuenta en la actividad práctica y cognoscitiva. Ignorar cualquiera de ellas lleva a la metafísica 13.

 
13. * Parte de la filosofía que trata del ser, de sus principios, de sus propiedades y de sus causas primeras.
 
** Conjunto de pensamientos o consideraciones profundos que se realizan acerca de un tema de forma especulativa.

*** Etimológicamente, la palabra proviene del griego tardío μετὰφυσικά (metafísica), que significa ‘más allá de la física’. El origen de este vocablo se atribuye a Andrónico de Rodas (siglo I), quien, al ordenar los libros de Aristóteles, no consiguió clasificar los que componen la Metafísica dentro de la lógica, la moral o la física, de modo que resolvió ponerlos después de aquellos que trataban de física. No obstante, la metafísica como tal es anterior a Aristóteles, y ya aparece en filósofos presocráticos o en el mismo Platón. (ARP)

 
Es característica de los metafísicos negar los cambios cualitativos y reducir el desarrollo de acumulaciones cuantitativas imperceptibles. Ejemplo de semejante concepción  del desarrollo en la biología es el preformismo, cuyos representantes (entre ello el ya citado Robinet) consideran que le embrión es un organismo adulto, completamente desarrollado, pero de tamaño microscópico. El desarrollo del organismo sería un simple crecimiento, un aumento de magnitud del embrión. En realidad este experimenta en su desarrollo profundos cambios cualitativos.

Los ideólogos burgueses y con ellos los revisionistas también tratan de explicar el desarrollo social desde posiciones metafísicas similares. Lo comprenden como una continuidad pura, sin saltos, sin virajes revolucionarios. Con ello niegan la necesidad  de la revolución socialista.

Igualmente erróneo es desdeñar los cambios cuantitativos y reducir el desarrollo a los saltos, a la interrupción del movimiento gradual, como hizo, por ejemplo, Cuvier 14. Según él, en la tierra se sucedieron, uno tras otro, cataclismos que motivaron la sustitución total de las viejas especies vegetales y animales por otras nuevas. Además Cuvier negó toda vinculación entre las especies parecidas y las desaparecidas 14.

 
14 Georges Léopold Chrétien Frédéric Dagobert Cuvier barón de Cuvier fue un naturalista francés. Fue el primer gran promotor de la anatomía comparada y de la paleontología. Nació el  23 de agosto de 1769, en Montbéliard (Francia), y falleció  el 13 de mayo de 1832, en París (Francia) (ARP)
 

La negación de los cambios cualitativos sirve de base teórica al anarquismo, corriente pequeñoburguesa hostil al marxismo. Los anarquistas desdeñan la labor escrupulosa y prolongada  con el fin de reunir fuerzas, organizar a las masas y prepararlas poco a poco par las acciones revolucionarias. La táctica de los anarquistas, que ha inferido graves daños al movimiento obrero, es propia de aventureros y conspiradores.

La dialéctica marxista exige que se tenga en cuenta las formas continuas y los saltos en el proceso del desarrollo. Es de singular importancia tomar en consideración su unidad el desarrollo social. Puesto que el salto, la revolución, es de alcance decisivo en el desarrollo de la sociedad, el tránsito del capitalismo al socialismo no se puede efectuar  por medio de cambios cuantitativos lentos, por la vía de las reformas, sino sólo mediante una trasformación cualitativa del régimen capitalista como resultado de la revolución socialista.

El Partido Comunista de la Unión Soviética es un partido consecuentemente revolucionario. Testimonio de ello es toda su historia. Desde sus primeros pasos se orientó hacia la trasformación revolucionaria de la sociedad y la realizó. Aseguró la destrucción del capitalismo y la victoria del socialismo, régimen cualitativamente nuevo, y actualmente  encabeza 15 la lucha del pueblo por la victoria del comunismo.

 
15 El Partido Comunista de la Unión Soviética, encabezó la trasformación como régimen cualitativo nuevo, desde su fundación, el 30 de diciembre de 1922, hasta el 26 de diciembre de 1991, fecha de su  abolición. Ya en la caída del muro de Berlín acaecida en 1989,  estaban al acecho las aves de rapiña para apoderarse de las riquezas del país, como: los oportunistas, arribistas, revisionista y contrarrevolucionarios, enemigo internos y  acérrimos de la URSS. En la actualidad la trasformación y la riqueza del país está en cabezada  por unos pocos privilegiados, en detrimento de la mayoría de los ciudadanos, como ocurre en los países capitalistas. (ARP)

 

No obstante, la revolución es imposible sin una preparación previa; por eso el Partido preparó concienzudamente las trasformaciones revolucionarias, reunió fuerzas y creó las condiciones necesarias para dar el viraje revolucionario decisivo. Sirva de ejemplo la preparación y ejecución de la Gran Revolución Socialista de Octubre. En las dificilísimas condiciones que imperaba bajo el régimen zarista. El partido organizó a los obreros, los templó ideológicamente, acumuló fuerzas y ganó influencias en las amplias masas de los trbajadores. Cuando se dieron las premisas necesarias para empezar la revolución. El Partido condujo intrépidamente a la clase obrera y sus aliados por la senda de la trasformación revolucionaria de la sociedad.

En resumen: La cantidad y la calidad son rasgos inherentes a todos los objetos y fenómenos. Ambos están vinculados entre sí, y en proceso de los desarrollos de los cambios cuantitativos graduales e imperceptibles se convierten en cambios radicales cualitativos. Este paso se realiza en forma de salto.

Tal es la ley dialéctica del tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos.

Como hemos visto, el salto es una forma obligatoria y universal de tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos, pero, como en el mundo existen objetos y fenómenos muy diversos, los saltos también son multiformes. Detengámonos más detalladamente es esta cuestión.

 

 

    3. CARÁCTER MULTIFORME DEL TRÁNSITO DE LA CALIDAD
    VIEJA A LA NUEVA

 
El rasgo fundamental de todo el salto en el viraje cardinal operado en el desarrollo, la formación de una nueva calidad. Sin embargo, en distintos objetos este viraje se produce de distinta manera. La forma del salto indica de qué  manera se produce el tránsito de lo viejo a lo nuevo: rápidamente, íntegramente, súbitamente,  gradualmente o por partes. Algunos saltos trascurren en forma brusca y rápida. Otros se realizan con menos rapidez y  brusquedad. En este caso la vieja calidad no pasa súbita ni íntegramente a la nueva, sino por partes: los elementos de lo viejo se extinguen poco a poco y son sustituidos con la misma lentitud por elementos de la nueva calidad. Este cambio cualitativo paulatino, no debe ser confundido con la acumulación de cuantitativa gradual, por muy gradual que sea su curso, este salto constituye un cambio mucho más rápido y perceptible que el cambio cuantitativo, más intenso. Además de los cambios  cuantitativos graduales no afecta la esencia ni la naturaleza del objeto, mientras que cualquier salto, incluido el general, siempore es un viraje decisivo en el desarrollo, trasforma el objeto y la trueca en otra calidad nueva.

¿De que depende loa forma del salto?

Ante todo del carácter del fenómeno en desarrollo. Cada fenómeno se trueca en otro nuevo de manera particular. Por ejemplo, la trasformación cualitativa de las partículas “elementales” sucede por explosión. Apenas chocan un electrón y un positrón con energías bastante altas, se produce una explosión que atestigua el trueque de las partículas primarias en otras nuevas (fotones). Con la misma rapidez se opera la trasformación de los elementos químicos, aumentando disminuyendo la magnitud de la carga de los núcleos atómicos.

En la naturaleza orgánica, por regla general, presentan carácter paulatino. La aparición de nuevas especies depende del medio exterior. Este medio que circunda a los organismos, cambia lentamente, paulatinamente. Esto explica el hecho de que las nuevas especies de plantas y animales no se den enseguida, sino en el proceso de un desarrollo prolongado, durante el cual los organismos van adquiriendo poco a poco y trasmitiéndose por herencia nuevas propiedades que responde a las condiciones modificadas del medio, y perdiendo las viejas, que han dejado de corresponder a esas nuevas condiciones.

Como sabemos, el hombre también surgió en el curso de un largo  proceso. Sin embargo, a pesar del carácter gradual de la trasformación del mono antropomorfo en hombre, ésta fue un salto grandísimo, un punto de viraje en el desarrollo del reino animal. Con ella comenzó la existencia de la sociedad humana.
 
La forma del salto depende asimismo de las condiciones en que trascurre el proceso. En la desintegración radiactiva, por ejemplo, la trasformación de los núcleos  de unos elementos químicos en otros más ligeros, va acompañada del tránsito de la energía atómica a térmica. Este tránsito según sean las condiciones, puede presentar formas de explosión (en la bomba atómica) o de trasformación gradual de la energía del átomo en calor (en los reactores de las centrales atómicas eléctricas).

En el desarrollo social el paso de la vieja a la nueva calidad se puede realizar tanto en forma rápida e impetuosa como gradual.

La Revolución Socialista de Octubre, magno viraje cualitativo de la historia, que inició una nueva era de la humanidad, la del socialismo y el comunismo, fue un salto rápido e impetuoso. Mediante ella el proletariado ruso puso fin de un golpe, por medio de la insurrección armada, a la dominación de la burguesía e instauró su propio poder. 16

 
16 Esto no fue posible realizarlo puesto que desde 1991, año de la abolición de la URSS, la burguesía se instauró de nuevo en Rusia llevando consigo todas las lacras del capitalismo. (ARP)

 
Otra forma de salto es, por ejemplo, la revolución cultural realizada en la URSS. Es también un tránsito revolucionario a una nueva cultura, la socialista, pero no se realizó de golpe, sino paso a paso, a medida que avanzaba la construcción socialista. La etapa culminante de la revolución cultural es el desarrollo de la cultura  en el período de la edificación de sociedad comunista en todos los frentes.

Es muy importante tener en cuenta las particularidades  de los saltos en la actividad práctica. De lo contrario, no se podrán encontrar las vías acertadas para pasar de lo viejo a lo nuevo.

Actualmente ha adquirido excepcional importancia la cuestión de la forma de tránsito del capitalismo a socialismo en distintos países. Indudablemente,  este paso se puede realizar únicamente por medio de la revolución socialista. Sin salto cualitativo, sin revolución, el tránsito al socialismo es imposible. Sin embargo, la forma concreta que adopta la revolución en cada país depende del nivel de su desarrollo, de la fuerza de organización de la clase obrera y de sus aliados, de las tradiciones y costumbre de su pueblo, de la fuerza de la burguesía, del grado de su resistencia y de varios factores interiores y exteriores.

La experiencia de la construcción del socialismo en la Unión Soviética y en otros estados socialistas atestiguan que el desarrollo de la revolución socialista no puede presentar las mismas formas en distintos países; y en los sucesivos, esta formas serán cada vez más variadas.

 

4. ACERCA DEL CARÁCTER DE LOS CAMBOS CUALITATIVOS
EN EL TRANSITO DEL SOCIALISMO AL COMUNISMO
 

La sociedad comunista atraviesa dos fases en su desarrollo: el socialismo y el comunismo.

Socialismo y comunismo son dos etapas de una misma formación económica-social, que se distinguen por el grado de desarrollo económico y por la madurez de las relaciones sociales. Tienen de común la base económica: la propiedad social de los medios de producción, las relaciones de amistad y ayuda mutua entre los hombres, que dimanan de esa propiedad, y una ideología comunista única. Tanto en el socialismo como en el comunismo rige la ley del desarrollo proporcional y planificado de la economía nacional. Para el socialismo y el comunismo son también comunes el fin de la producción social, que es satisfacer de la manera más completa las demandas culturales y materiales de los trabajadores, y el medio para conseguir este fin: desarrollar y perfeccionar constantemente la producción en base a una técnica superior.

Al mismo tiempo, entre el socialismo y el comunismo existen diferencias cualitativas. El comunismo es una fase más alta y perfecta de la formación socialista. La producción altamente mecanizada y automatizada alcanzará en el comunismo un nivel de excepcional altura. El de la producción será tal alto, que permitirá pasar (“de cada cual según  su capacidad; a cada cual, según su trabajo”), al principio comunista cualitativamente nuevo (“de cada cual según su capacidad; a cada cual, según sus necesidades”). Cambiará también considerablemente el carácter del trabajo. Todos los miembros de la sociedad experimentarán la necesidad intrínseca de trabajar voluntariamente y según sus aptitudes para el bien de la comunidad.

Con la victoria del comunismo se operarán serios cambios cualitativos no sólo en la economía, sino también en las relaciones sociales, en la vida y en la conciencia de los hombres. Desaparecerán las diferencias esenciales entre la ciudad y el campo, y luego entre las personas dedicadas al trabajo intelectual y al trabajo manual; todos los ciudadanos del país se convertirán en trabajadores de la sociedad comunista. En el comunismo se extinguirá el Estado; sus funciones administrativas pasarán a ser una autogestión social comunista: se superará totalmente las supervivencias del capitalismo en la conciencia de la gente 17  y cambiará su género de vida


17 El enemigo de la URSS era y fue  más interno (ver nota 16), que externo; esto unido a la falta de tiempo y a los errores cometidos por el PCUS para concienciar a la gente, no fue posible superar la supervivencia del capitalismo en la URSS.
 

Aunque el comunismo se distingue del socialismo, dimana por ley natural y por necesidad del socialismo consolidado y se desarrolla en base a las grandes conquistas obtenidas en la esfera de la cultura material y espiritual. Hoy en día existen ya muchos rasgos perceptibles y ostensibles de comunismo en la sociedad soviética. Repropagan cada vez más  las formas comunistas de trabajo y organización de la producción, tales como el movimiento masivo de los trabajadores por  el progreso técnico, la automatización y mecanización de la producción, por adquirir profesionales afines con el objeto de que los obreros se puedan sustituir y ayudar mutuamente  con eficacia, por realizar un trabajo colectivo y comunista, por liquidar el atraso en determinados sectores de labor, talleres y fábricas. Se practican cada vez más las formas sociales de satisfacer las demandas materiales y espirituales de los trabajadores, como alimentación pública, las escuelas de internados, los jardines de la infancia, las casa-cuna, etc. Estos rasgos seguirán desarrollándose y perfeccionándose en lo sucesivo.

El proceso del tránsito al comunismo se produce conservado y perfeccionando las conquistas alcanzadas por la economía y la cultura del socialismo. Por eso no se manifiesta en forma de revolución social ni de salto repentino, sino de manera gradual, continua.

El paso al principio  comunista de distribución, por ejemplo, no se realiza del golpe, sino paulatinamente, por etapas consecutivas. En la primera etapa (1961-1970), como se indica en el programa del PCUS, el nivel del bienestar material de los miembros de la sociedad se elevará tanto, que todos los trabajadores tendrán cubiertas todas sus necesidades. En la segunda etapa (1971-1980), cuando esté creada  la base material y técnica del comunismo, toda la población tendrá asegurada la abundancia de los bienes materiales, y la sociedad se aproximará a la aplicación del principio de la distribución según sus necesidades.

El programa señala también el camino gradual del principio de la distribución socialista a comunista. Este camino es el aumento y aplicación incesantes entre los miembros de la sociedad, combinados con la distribución según el trabajo realizado. Actualmente se distribuye ya por conducto de los fondos una parte considerable de bienes materiales y culturales. Tales son, por ejemplo, los gastos del Estado en la enseñanza, la sanidad, la cultura, el deporte, etc. En lo sucesivo, a medida que se acreciente la base material y técnica del comunismo, esta forma de distribución se irá desenvolviendo constantemente e irá desplazando paso a paso el principio socialista según el trabajo realizado.

Con el tiempo irán predominando, también de la misma manera gradual, los estímulos  morales del trabajo, que ya hoy arraigan firmemente den la actividad laboral de los soviéticos. La transferencia de las funciones administrativas del Estado a las organizaciones sociales y la trasformación de la conciencia y la vida de los constructores del comunismo tampoco son obras que se puedan ejecutar de golpe.

El tránsito del socialismo a comunismo es, pues, un proceso ininterrumpido  de perfeccionamiento y desarrollo de las relaciones socialistas de producción, un proceso de extinción gradual de la formas viejas de vida y surgimiento de otras nuevas, de entrelazamiento e interdependencia de las mismas. Este tránsito gradual es incompatible con el apresuramiento infundado  y la aplicación prematura de los principios del comunismo. Las nuevas formas de actividad económica, organización social y vida de la gente se consolidan de manera consecuente, paso a paso, a medida que maduran las condiciones materiales y espirituales imprescindibles.

El carácter incesante del tránsito al comunismo está sujeto a leyes y responde a la propia naturaleza del régimen socialista. En el socialismo no hay fuerzas de clase que se oponga al avance de la sociedad hacia el comunismo. La actividad conciente y planeada del Partido y el Estado soviético asegura la solución oportuna de las contradicciones que surjan en el curso de este movimiento. Con ello quedan excluidos las conmociones sociales y los virajes súbitos en la vida de la sociedad, adquiriendo el desarrollo un carácter gradual e ininterrumpido.

Carácter gradual no implica, en abosoluto, lentitud den el desarrollo. El tránsito al comunismo, por el contrario, es un proceso de desenvolvimiento económico y cultural de extraordinario rapidez. En lo sucesivo, como se desprñeende del nuevo Programa del PCUS, trascurrirá con mayor celeridad aún, sobre la base de un alto nivel del desarrollo de las fuerzas  productivas y de una participación aun más activa de los millones de trabajadores en la edificación del comunismo.

 

LA LEY DE LA NEGACIÓN DE LA NEGACIÓN


La ley de la negación de la negación indica la dirección general, la tendencia, del desarrollo del mundo material.

Para comprender su esencia  y alcance se debe aclarar, ante todo, qué es negación dialéctica y qué lugar ocupa en el proceso del desarrollo.

 

 

 

1. NEGACIÓN DIALECTICA Y SU PAPEL EN EL PROCESO
DEL DESARROLLO

 

En cualquier campo de la realidad material se opera constantemente el proceso de muerte de lo vejo y nacimiento de lo nuevo. Esta sustitución de lo que muere por lo que nace, constituye el desarrollo; y el vencimiento de lo viejo por lo nuevo, que surge a base de lo viejo, se llama negación.

Fue Hengel quien introdujo en filosofía este término, pero imprimiéndolo un sentido idealista. Según  Hegel, la negación se basa en el desarrollo de la idea, del pensamiento.

Marx y Engels conservaron el término interpretándolo de manera materialista. Demostraron que la negación constituye un momento inseparable del desarrollo de la realidad material. “En ninguna esfera puede existir desarrollo que no niegue sus formas precursoras de existencia”, escribió Marx 18. El desarrollo de la corteza terrestre, por ejemplo, pasó varias épocas geológicas, cada una de las cuales era una determinada negación de la anterior, sobre cuya base había surgido. En el mundo orgánico cada especie nueva de planta o animal, surgida a base de la vieja, es al mismo tiempo su negación. La historia de la sociedad constituye también una cadena de negaciones de viejos regímenes sociales por nuevos: la sociedad primitiva fue negada por la esclavista; la esclavista, por la feudal; el feudalismo por el capitalismo; y el capitalismo, por el socialismo. La negación es también inherente al desarrollo del conocimiento, de las ciencias.

18 C. Marx y F. Engels, Obras, t. 4, ed. rusa, pág. 297 (Ed.)


La negación no es exterior al objeto o fenómeno. Es el resultado de su propio desarrollo interior. Los objetos y fenómenos, como sabemos son contradictorios y, al desarrollarse a base de las contradicciones internas, crean ellos mismos las condiciones de su propia destrucción para pasar a otra calidad nueva, superior. La negación es precisamente la superación  de lo viejo a base de las contradicciones internas, resultado del autodesarrollo y automovimiento de los objetos y fenómenos. De este modo, el socialismo sucede al capitalismo como resultado de la resolución de las contradicciones inherentes al régimen  capitalista.


Concepción dialéctica y concepción
metafísica de la negación
 

La dialéctica y la metafísica entienden de distinta manera la esencia de la negación. Tergiversando el proceso del desarrollo de la realidad material, la metafísica la entiende como repulsa y destrucción absoluta de lo viejo. Lenin denominó “desnuda” y “vana” esa interpretación de la negación, puesto que excluía toda posibilidad de desarrollo sucesivo.

De esta manera entendían la negación los representantes de la corriente pequeñoburguesa del “Proletkut” 19, que exhortaron durante los primeros años del Poder soviético a desechar la cultura creada durante el régimen burgués y crear otra nueva, una cultura proletaria, sobre un terreno completamente desnudo, pelado. Semejante manera de entender la negación no sólo no contribuye al desarrollo, sino que infiere un daño irreparable a la causa del progreso. Por eso al  criticar a los adeptos del “Proletkut”, Lenin recalcó: la necesidad de aprovechar la herencia cultural del pasado, considerando que se puede crear una cultura verdaderamente proletaria, socialista, únicamente estudiando con sentido crítico esa herencia.

19 Denominación abreviada de la sociedad cultural voluntaria (“Cultura proletaria”), que existió de 1917 a 1932. Los teóricos del “Proletkut” propagaban concepciones ajenas al marxismo sobre la cultura y el arte. (Ed.)

 
La dialéctica marxista descubre la verdadera esencia de la negación dialéctica. Lenin consideraba que lo peculiar de la dialéctica marxista no es la negación  “desnuda” y “vana”, sino la negación “como momento del desarrollo, conservando lo positivo”.

La concepción dialéctica de la negación se basa en que lo nuevo no destruye totalmente lo viejo, sino que conserva lo mejor. Y no sólo lo conserva, sino que lo trasforma y eleva a un grado más alto. En efecto, los organismos superiores, al negar los inferiores, a base de los cuales surgieron, conservan la estructura celular, el carácter selectivo del reflejo y otros rasgos inherentes a ellos. El nuevo régimen social, al negar lo viejo, conserva sus fuerzas productivas y adelantos científicos, técnicos y culturales. La vinculación de lo nuevo con lo viejo se verifica en el conocimiento científico.

Así, pues, la concepción marxista de la negación reconoce la sucesión, la vinculación de lo nuevo con do viejo, en el proceso del desarrollo. Pero se debe tener en cuenta que lo nuevo jamás recibe enteramente lo viejo en su forma anterior. Conserva sólo algunos elementos o aspectos, sin agregárselos mecánicamente, sino asimilándolos y trasformándolos de acuerdo con su propia naturaleza. La dialéctica marxista exige que se enfoque de manera crítica la experiencia pasada de la humanidad y expresa la necesidad de aprovecharla de modo creador y tener rigurosamente en cuenta las nuevas condiciones y tareas de la práctica revolucionaria. La filosofía marxista, por ejemplo, no ha admitido simplemente las conquistas del pensamiento filosófico del pasado, sino que las ha estudiado con un sentido crítico, las ha enriquecido con las nuevas conquistas de la ciencia y de la práctica y ha elevado la filosofía a un grado cualitativo nuevo, superior.

El conservador más celoso de las mejores conquistas del pasado es la clase obrera, su partido marxista. Al llegar al Poder, el proletariado no sólo utiliza hábilmente las conquistas de las épocas precedentes, sino que el curso de la construcción de la nueva sociedad alcaza éxitos inauditos en todas las esferas de la economía, la ciencia y la cultura.

 


    3. CARÁCTER PROGRESIVO DEL DESARROLLO


El desarrollo como progreso
 

Queda claro, pues, que, como resultado de la negación, se resuelve una contradicción, se destruye lo  viejo y consolida lo nuevo. Pero ¿cesa ahí el desarrollo? No, éste no se interrumpe con el nacimiento de lo nuevo. Lo nuevo es eternamente nuevo. Al desarrollarse, prepara premisas y condiciones para el nacimiento de algo más nuevo y avanzado. Tan pronto como ellas maduran, vuelve a manifestarse la negación. Esta es la negación de la negación, o sea, la negación de lo antes venciera a lo viejo, la sustitución de lo nuevo por algo más nuevo: lo novísimo. El resultado de esta segunda negación vuelve a ser d vencido y así sucesivamente. El desarrollo se manifiesta, pues, como incontable multitud de negaciones que se suceden unas a otras, como una infinita sustitución y superación de lo viejo por lo nuevo.

Como toda fase superior del desarrollo niega en las inferiores lo caducado recibiendo y multiplicando al mismo tiempo las conquistas alcanzadas en las fases inferiores, el desarrollo adquiere a su totalidad un carácter progresivo, ascendente. El progreso es precisamente la dirección general que peculiariza el desarrollo dialéctico.

El progreso se produce en todos los campos de la realidad. Examinemos, aunque se a grandes rasgos, el desarrollo progresivo de nuestro planeta.

Como ya se ha dicho, el material inicial que formó los planetas del sistema solar, incluida la tierra, fue la materia en estado gaseoso-pulverulento, en la que estaban incluidos los elementos químicos más simples. Durante el desarrollo de la naturaleza estas sustancias se fueron haciendo cada vez más complejas. Así, surgió la naturaleza viva orgánica. Los organismos vivos también se desarrollaron  de lo simple a lo complejo: de las formas precursoras de la célula a la célula, de los organismos unicelulares a los animales más completos cuya evolución permitió la aparición de los monos antropomorfos y, posteriormente, del hombre. Con la aparición del hombre comienza el proceso del desarrollo social. Los regímenes del comunismo primitivo, esclavista, feudal, capitalista y socialista, fueron etapas consecutivas del desarrollo progresivo de la sociedad.

La particularidad más importante del progreso en la sociedad es el incremento constante del ritmo del desarrollo. El proceso de surgimiento del hombre empezó aproximadamente hace un millón de años. Si se tiene en cuenta que el hombre moderno apareció hace apenas  algunos milenios, se puede uno imaginar qué ritmo tan lento ha seguido el proceso de su formación. El progreso de las sociedades esclavista y feudal fue más rápido, a pesar de que también se prolongó varios milenios. El capitalismo se desarrolla con celeridad mucho mayor que el feudalismo. Con el tránsito al socialismo, el ritmo económico y cultural se ha acelerado enormemente. En lo futuro, cuando la humanidad se libre de las relaciones capitalistas, que frena el progreso, y tenga la posibilidad de aplicar todos los medios para dominar las fuerzas de la naturaleza, el ritmo del desarrollo alcanzará proporciones inauditas.

 
Carácter espiral del desarrollo

 
El carácter progresivo del desarrollo e el rasgo principal, pero no el único, de la ley de la negación de la negación. Esta ley no caracteriza el desarrollo como un movimiento rectilíneo, sino como un movimiento extraordinariamente complejo, algo así como un proceso en forma de espiral en el que se repiten  en cierto modo las etapas recorridas y se retrocede, en cierto sentido, hacia el pasado. Lenin recalcó este importante rasgo de la dialéctica: “Es un desarrollo que parece repetir las etapas ya recorridas, pero de otro modo, sobre una base más alto (“la negación de la negación”); un desarrollo que no discurre en línea recta, sino es espiral…. 20.

20 V.I. Lenin, Carlos Marx y Federico Engels, Moscú, ed. en español, pág. 14. (Ed.)

 
El carácter espiral del desarrollo es propio de distintas esferas de la realidad.

Tal vez una de las manifestaciones más patentes de esta particularidad del desarrollo de la naturaleza inanimada sea la ley periódica de los elementos químicos de Mendeléiev, ya, mencionada.

En el  sistema periódico de Mendeléiev los elementos están dispuestos según la magnitud de la carga positiva de sus núcleos atómicos. Forman periodos y grupos, en lo que se observa determinada repetición de sus propiedades. Tomemos el segundo período, que empieza por el litio, un elemento de propiedades metálicas  muy acusadas, un metal alcalino. A medida que crece la carga del núcleo de los elementos que les sigue, las propiedades metálicas peculiares van diminuyendo paulatinamente y aumentando las no metálicas. Al final del período se encuentra ya un metaloide claramente manifiesto, el flúor, y un gas inerte, el neón. El período consecutivo, que es el terreno, vuelve a empezar por un metal alcalino (sodio) y acaba por un metaloide, el cloro, un gas inerte, el argón. Lo mismo vuelve a repetirse en los periodos subsiguientes, en los que las propiedades metálicas son negadas por las no metálicas; y luego, al pasar a otro período, esta últimas vuelven a ser negadas por las propiedades de los metales. Ocurre algo así como un retorno a lo viejo: la negación de la negación.

Este sistema de elementos se puede representar esquemáticamente en forma de espiral ascendente. La repetición  de las produce se produce a través del aumento constante del número de elementos (en el primer período, dos; en el segundo, ocho; y así sucesivamente) y discurre sobre una base cualitativamente distinta: los elementos del nuevo período tienen el núcleo con mayor, una estructura más compleja y nuevas propiedades.

El desarrollo en espiral se observa también en el mundo orgánico. Engels demostró la acción de esta ley con el ejemplo del desarrollo de un grano de cebada. De la semilla puesta en condiciones propicias, brota el tallo, que la negación del grano, Luego, en el tallo crece la espiga con nuevos granos, que niegan el tallo, es decir, son la negación de la negación. Con ello se produce cierto retorno al punto de partida, al grano, pero sobre otra base. Los nuevos granos se distinguen del que fue sembrado no sólo por la cantidad (de una han salido diez a veinte), sino también, a menudo, por sus propiedades. En este caso se da también un proceso en espiral. En la base hay un grano, del que crecen luego varios y estos, a su vez, dan origen a mayor cantidad aun.

El desarrollo en espiral tiene lugar también en la vida social.

La primera forma de organización fue el régimen de la comunidad primitiva. Fue una sociedad sin clases, basada en la posición común de los medios de producción, sumamente rudimentarios. El desarrollo sucesivo de la producción llevó a la negación de este régimen por la sociedad esclavista,  dividida en clases. Luego ésta fue sustituida por el feudalismo; y el feudalismo, por el capitalismo. Al capitalismo ha sucedido el socialismo, primera fase del comunismo. Esto ya es algo así como la negación de la negación, el retorno, en cierta medida, al puntote arranque del desarrollo, pero sobre una base completamente distinta, cualitativamente nuevo

Como vemos, la negación de la negación peculiariza  cierta reiteración cíclica en el desarrollo  progresivo de la materia. Sin embargo, debemos recalcar que la repetición de las etapas ya recorridas no es un retorno literal a lo viejo, sino la afirmación de lo nuevo, que  menudo guarda con lo viejo sólo un parecido exterior, formal y se distingue radicalmente de él por su naturaleza interna. El sodio, por el que empieza el tercer período de Mendeléiev, se incluye, como el litio, en el grupo de los metales alcalinos, pero tienen una organización más completa y propiedades inherentes a él solo.

La propiedad social dominante en el socialismo parece reproducir la propiedad comunal de la sociedad primitiva, pero la reproduce sobre una base material y espiritual completamente nueva, que no se puede comparar con la del régimen de la comunidad primitiva.

En síntesis, el desarrollo se produce negando lo viejo por lo nuevo y lo inferior por lo superior, y adquiere un carácter progresivo, puesto que lo nuevo, al negar lo viejo, conserva y desarrolla sus rasgos positivos. Al mismo tiempo se produce en espiral, repitiendo en las fases superiores algunos aspectos y rasgos de las inferiores.

Tal, es la esencia de la ley dialéctica de la negación de la negación.

 

4. ACCIÓN DE LA LEY DE LA NEGACIÓN DE LA NEGCACIÓN
EN EL SOCIALISMO

 

Esta ley rige también en la sociedad socialista, pero su acción presenta ciertas particularidades.

El dominio de la propiedad socialista, la ausencia de clases antagónicas y la unidad ideológica y político-social del pueblo soviético excluyen por completo formas de negación como la revolución social, los choques de clases y las explosiones súbitas peculiares de las sociedades divididas en clase. 21
 

21 Sí, es cierto,  con el dominio de la propiedad  fue posible la ausencia de clases antagónicas en la URSS; pero  los últimos años, la unidad político-social del pueblo soviético,  se estaba larvando el cultivo interno dentro del país que hizo que de nuevo apareciesen las clases antagónicas, que tanto sacrificio le costo al heroico Pueblo Soviético para erradicar la lacra antagónica de las clases: una revolución y dos guerras mundiales. (ARP)

 
La negación de lo viejo en el socialismo sucede en la medida en que se manifiesta su falta de correspondencia a las nuevas situaciones y objetivos trazados, en la medida en que se van madurando las condiciones objetivas para superarlos. Lo viejo que entorpece el movimiento hacia delante, es sustituido por lo nuevo con los esfuerzos de todos bajo la dirección de Partido Comunista y del gobierno soviético. Se opera así en la URSS un proceso ininterrumpido de sustitución de la maquinaría anticuada por otra más perfecta, se renuevan las viejas formas de organización de la producción  y de dirección de la economía nacional. La negación de lo viejo y caduco fortalece las bases económicas, políticas e ideológicas de la sociedad socialista y es uno de los factores importantes de su desarrollo progresivo.

El progreso sin precedentes y el impetuoso avance hacia el comunismo es lo que caracteriza el desarrollo de la sociedad socialista. En ello precisamente se revela una de las particularidades más importantes de la ley de la negación de la negación en el socialismo.
 
Es cierto que en los países capitalitas  también se observa cierto movimiento de avance, pero presenta un carácter limitado, unilateral. En la industria capitalista, por ejemplo, se desarrolla únicamente las ramas 22 que reportan grandes beneficios a los dueños de las empresas. Son, ante todo, las que satisfacen los pedidos de la guerra. Los períodos de cierto auge van seguidos de períodos de profunda depresión y crisis.

22 La venta de armamento es la rama principal de los beneficios que reporta a la industria capitalista, muy por delante  de la droga y la trata y prostitución de mujeres, entre otras lacras cancerígenas  del sistema capitalista.


El progreso de la sociedad socialista es incesante. Se produce en todas las esferas de la vida económica, política y cultural. Vivo testimonio de ellos el inusitado ritmo del desarrollo. Por ejemplo, el ritmo del proceso industrial  de la URSS es de tres a cinco veces más alto que el de la producción industrial de los países capitalistas más adelantados. La Unión Soviética ha empleado 40 años en aumentar 30 veces la producción industrial mientras que en EE.UU.,  Inglaterra y Alemania necesitaron de 80 a 150 años para ello. Además, se debe tener en cuenta que la URSS ha sufrido varias guerras devastadoras que han causado enorme daño a la economía nacional y frenado su desarrollo.

Las conquistas de la ciencia y la cultura soviética son muy grandes. Un país atrasado, con el 80 por ciento de la población analfabeta, si ha convertido en un país sin analfabetos. En los establecimientos de enseñanza superior se preparan centenares de miles de especialistas de alta calificación, y los ingenieros que se forman en ellos superan en más de tres veces y media a los de EE.UU. Los spútniks 23, los potentes cohetes cósmicos y naves interplanetarias, las centrales atómicas eléctricas, los vuelos triunfales del hombre soviético en astronaves en torno al globo terráqueo, los primeros realizados en el mundo, son heraldos del progreso científico si  precedentes que se está operando y símbolo de las energías creadoras del comunismo triunfante.


23 El vocablo  Sputnik proviene del ruso  Спутник y que significa  satélite. El Sputnik 1, lanzado el 4 de octubre de 1957 por la Unión Soviética fue el primer satélite artificial de la historia. (ARP)

 
Sería no obstante, erróneo suponer que el progreso en el socialismo sigue una línea recta. También aquí se manifiesta el carácter espiral del desarrollo, y a menudo se repiten, en cierto sentido, etapas ya pasadas.

Tomemos, por ejemplo, el desarrollo de las formas de dirección de la industria y la construcción. Durante los primeros años del poder soviético la dirección se ejercía por medio de consejos económicos de regiones y provincias. Posteriormente estos consejos fueron sustituidos  por el sistema de ministerios y direcciones centralizadas de ramas de la industria. La complicada tarea de industrializar el país con escasos medios materiales y personal calificado se podía resolver únicamente centralizando rigurosamente la dirección, Sin embargo, cuando la industria y la construcción se desarrollan tanto que era imposible dirigirla desde un mismo centro, surgió la necesidad de aproximarse los centros rectores de la economía a las empresas. Con este objeto, después de un minucioso estudio del problema, en que participo todo el pueblo, se adoptó la resolución de cambiar ministerios por consejos económicos de zonas. Esto es ya un género de negación de la negación, un retorno del pasado, pero sobre una nueva base cualitativa. Los consejos económicos contemporáneos reproducen algunos rasgos de los anteriores, pero se distinguen cualitativamente de ellos por su base económica y técnica, por la composición y calificación del personal, así como por la profundidad y envergadura de su actividad.

 

*  *   *   *

En este capítulo hemos examinado las leyes fundamentales de la dialéctica materialista. Ellas explican el desarrollo y el movimiento universal en el mundo material, y permite conocer sus fuentes y sus causas motrices implícitas en las contradicciones internas.  Descubren el carácter del proceso en formas de saltos, su tendencia ascendente y progresista, señalando que el progreso de la realidad material trascurre mediante continuas sustituciones,  a base de la negación de lo viejo por lo nuevo.

Para comprender de manera más completa y multilateral el desarrollo es necesario examinar también las categorías fundamentales de al dialéctica materialista.

 
Vigo, 24 de marzo de 2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario